El rugbier denunciado por una golpiza dio otra versión de los hechos
Luego de que un joven lo acuse por atacarlo repentinamente, Mateo Soler afirmó que él recibió el primer golpe y que reaccionó ante el ataque.
Los golpes que recibió Lautaro Insúa durante la madrugada del domingo en una fiesta privada en un country de Córdoba recorrieron el país. Los principales medios de comunicación se hicieron eco del caso.
El muchacho que sufrió las fracturas en la cabeza insistió en que todo se trató de una ataque repentino y brutal. «Estábamos festejando nuestro egreso, y aproximadamente a las 3.30 del domingo este grupo de chicos ingresa al barrio por autorización externa a nosotros. En vez de ir al lugar donde los autorizaron vinieron a la fiesta. Ahí se los intentó echar, les dijimos que no estaban invitados por el tema de la pandemia», repasó.
«Se negaron, empujaron al dueño de la casa al piso y cuando me enteré me acerqué, les dije que se vayan de vuelta y los intenté llevar a la salida. Ahí empezaron a golpearme», aseguró.
Mateo Soler, el principal acusado, le contestó y dio otra versión: afirmó que recibió un primer golpe por parte de Lautaro Insúa.
«Siento la desgracia de la familia, pero lo que pasó no fue tal cual lo cuenta Lautaro. Yo entré a la fiesta con autorización de las madres que estaban ahí, me dieron permiso, en ningún momento entramos de manera agresiva», dijo.
Luego continuó con su reconstrucción: «Yo entré a la casa y me encuentro con Lautaro, es la primera persona que me cruza. Me empezó a sacar, a agarrar fuerte. Discutimos, seguía gritando, me metió una trompada y me tiró para atrás, no sé si me quiso tacklear. Me tiró contra unos alambrados y cuando voy al piso con él, me lo saco y reacciono sin pensar, le metí dos trompadas en la cara».
«La reacción que yo tuve la puede haber tenido cualquier otro, sea del rugby o de cualquier otro ámbito», aclaró, y cerró: «Si a una persona la agreden y la tiran al piso, se defiende de esa forma».