Salto La Estancita: El oasis de las Sierras Chicas cordobesas


La provincia de Córdoba ofrece diferentes lugares y  paisajes para que locales y turistas disfruten de sus vacaciones. En la nota te contamos cómo llegar a esta reserva natural.


La provincia de Córdoba ofrece diferentes lugares y  paisajes para que locales y turistas disfruten de sus vacaciones. A continuación te contamos cómo llegar a la reserva natural.

Las Sierras Chicas

Saliendo de Córdoba por la ruta E53 nos dirigimos hacia las Sierras Chicas. En la rotonda siguiente a la entrada de Río Ceballos, desviamos hacia el Camino del Cuadrado.

Unos kilómetros más adelante, justo frente al puesto de control policial, hay un cartel que indica el ingreso a la Reserva Hídrica y Natural Municipal Salsipuedes. Se trata de un área protegida creada en noviembre de 2019, con una superficie aproximada de 6.000 hectáreas.

Justo en ese punto hay que abandonar la ruta y entrar unos kilómetros por un camino de tierra. En el estacionamiento, inspectores municipales reciben a los visitantes para darles las indicaciones referidas al comportamiento dentro de la reserva, tomar los datos personales y guiar hacia el sendero que lleva a la cascada.

Camino a La Estancita

Luego de dejar el vehículo, es momento de empezar la caminata de unos dos kilómetros de distancia. El recorrido se hace por una calle de tierra en bajada y a los costados se pueden ver distintas propiedades privadas que quedaron dentro de la reserva

Al llegar a un pequeño puesto que vende provisiones, hay que dirigirse hacia la izquierda y allí, al cruzar la tranquera, se acaba la calle y comienza un típico sendero serrano (para lo que es importante usar las zapatillas): piedras, pendientes, al que se le suman escaleras de troncos y de cemento. 

Desde esta parte hay unos 800 metros que se realizan en 20 minutos para llegar al Salto La Estancita. La cascada permanece escondida hasta llegar al final de las escaleras y recién ahí se la puede observar en todo su esplendor. 

La cascada

La Estancita tiene una caída de unos 13 metros de alto que, de acuerdo a la época del año y a las lluvias, tiene mayor o menor caudal. En su base forma una olla no demasiado profunda, pero que sirve para refrescarse y pasar el día rodeados de la naturaleza. 

Alrededor de la cascada se ubican muchos árboles autóctonos y exóticos que brindan buena sombra, algunos cuelgan de las paredes del salto de agua como las zarzamoras y también hay musgos que las tapizan. 

 

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