¿Qué hacemos cuando el pasado duele?
El catálogo de novedades editoriales tiene a dos nuevas artistas en escena con temáticas sobre la autoayuda, el sanar, liberar trabas emocionales y encontrarse a uno mismo.
Las dos últimas novedades editoriales que invitan a desarmar la pesada mochila del ayer son los libros:
- Entrá en crisis. De la escritora, puericultora y tanatóloga rosarina Violeta Vazquez.
- Sanar la herida. De la coach espiritual y especialista en codificación Claudia Luchetti.
Estas propuestas aparecen en un contexto difícil para los seres humanos. La crisis post pandemia, conflictos bélicos, inestabilidad económica, malestar social, estrés, angustia y más.
“Estamos atravesando crisis personales, sociales, económicas, climáticas y universales. Se superpusieron todas las escenas temidas: muerte, pobreza, guerra, aislamiento, desamparo, enfermedad”, expresó Vazquez.
“No tenemos suficientes herramientas ni rituales para afrontar la obscenidad de la vida actual. Sin embargo, la vida, por sus dinamismos y sus duelos, nos pone de cara a las crisis personales varias veces en la vida, en cualquier momento de la historia” continúo la autora.
Por otro lado, Luchetti reflexiona que “si planteamos a la crisis como un proceso desencadenante de crecimiento y evolución, todas las circunstancias que atravesamos confluyen en un replanteo de nuestro ser humano y de nuestra participación en ellas. El modo en el que enfrentamos lo que está sucediendo habla de nosotros y de nuestro estado”
“Todo aquello que nos interpela, que nos arrebata la tranquilidad, que nos duele, es en sí misma una semilla de transformación, es una necesidad de dar el paso creador de nuevas realidades que comienzan en el interior de cada ser humano” agregó la autora de “Sanar la herida”
Los dinamismos y los duelos de la vida nos ponen de cara a las crisis personales varias veces en la vida. Vazquez pregunta “¿Es posible incluir en tu vida un amor, un hijo, una profesión, una perdida, un viaje, una enfermedad… sin entrar en crisis? ¿Es posible hacerlo sin que primero no sepas ni donde estás ni qué querés ni cómo vas a lograrlo?” Todo desafío es el de incluir, el de hacer de lo de afuera una tierra conocida. Es imposible sin entrar en crisis.
Sin ese remolino de descontrol no hay posibilidad de mover nada, todo se repite sin descanso. Sirve para incluir una posición de humildad y de aceptación que nos permita dejar de huir del dolor, porque evitarlo solo logra multiplicar ese sentimiento.
Vazquez brinda propuestas para meditar y prefiere usar el verbo resignificar en lugar de sanar, “porque sanar es una expectativa idealista que remite a volver: volver a estar bien, a ser bien, a ser sano, íntegro completo, planchadito y sin arrugas”; y el libro propone ejercitar el músculo de la autohonestidad y no el autoconocimiento.
La autora afirma que el dolor no se supera, sino que “se transita” con la ayuda del andamiaje de los ejercicios que propone en su libro.
Por otro lado Luchetti habla sobre si es posible sanar nuestro pasado. “Elegí utilizar sanar porque solamente una herida te detiene en la marcha y genera que te hagas cargo de tu sangre y sanar es brindarte el tiempo, la atención, el afecto y la contemplación necesaria para que se una el tejido en una nueva trama”.
En su libro, la autora cuenta que “vivir en encuentro con quienes somos, no con lo que podemos ser. Encontrando en nuestras propias grietas, la gran grieta exterior, esa que llega una y otra vez a golpearnos la puerta para que aprendamos a dejar de poner la vida en manos de otros, recuperando nuestra potestad”
Con distintas técnicas invita al lector a desarmar los códigos alfabéticos y numéricos de los nombres propios y la fecha de nacimiento “para pensar, casi como en un juego, las rígidas estructuras con las que convivimos y transitar el conocimiento de los traumas que marcaron nuestra infancia”.
Fuente: Infobae