Una pareja de tango marplatense está entre las 30 mejores a nivel mundial


Se trata de Lola Gutiérrez Rey y Emmanuel Marín que participaron estos últimos tres años en el Mundial de Tango siendo semifinalistas dos veces.


Lola Gutiérrez Rey de 22 años y Emmanuel Marín de 37 años son una pareja de tango marplatense que comenzó durante la pandemia. Desde entonces participaron tres veces en el Mundial de Tango que se realiza en la ciudad de Buenos Aires.

Ella es bailarina y estudiante tanto de danzas clásicas como de tango. Él es bailarín, coreógrafo y docente; además lleva adelante la compañía de Tango Furia, de la que Lola forma parte.

En el 2020 participaron de manera virtual en el certamen mencionado, en 2021 y 2022 fueron semifinalistas del mismo. De esa manera se consagraron como una de las mejores 30 parejas de tango en todo el mundo.

El tradicional concurso posee alrededor de 120 participantes desde Argentina hasta países como Rusia, Colombia, Italia, Japón o Inglaterra.

El reconocimiento no fue lo único que vivieron como pareja. Este año fueron seleccionados por la producción del músico francés André Rieu, para bailar en el show que realizó el pasado octubre en Buenos Aires.

El artista vio material de los marplatenses por redes sociales y su representante llamó diciéndoles que les gustó su video. Así los invitó a participar, siendo para ellos una presión muy grande ya que deseaban estar a la altura, exigiéndose a sí mismos cada vez más.

La vida de ambos es el baile. Lola comenzó a los 4 años practicando jazz, luego en la Escuela Municipal de Danzas y a los 15 años empezó a bailar tango. 

Emmanuel inició a los 8 años, para cuando cumplio 9 ya se había anotado en la Escuela Municipal de Danzas Norma Fontenla y bailaba folklore, tango y danzas clásicas.

Actualmente, tienen jornadas de 12 a 14 hs de ensayos. Muchas veces son para la pareja y otras para la compañía de Marín.

Sobre la complejidad del tango, es una danza que se trata de seguir siempre la marca del hombre. La mujer espera a lo que propone su compañero y se toma su tiempo para adornarlo, haciéndolo vistoso.

Por otra parte, se fusiona con otros estilos, se hacen trucos, muchas veces pruebas diferentes formas de movimiento. Incorporar nuevas técnicas suele ser difícil.

Sin embargo, aprenderlo no es tan complicado como se cree. Marín en la entrevista dada a La Capital cuenta que en primer lugar hay que tener paciencia con uno mismo, darse tiempo y saber que todos tenemos diferentes procesos de aprendizaje.

Fuente: La Capital

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