Un medicamento podría alargar la vida de nuestros compañeros caninos
Se trata de un fármaco que estaría disponible en 2026 en Estados Unidos. Aseguran que no tiene ningún efecto secundario que pueda perjudicar al animal. Sin embargo, aún se encuentra en investigación y en fase de pruebas.
Nuestras mascotas son parte de la familia y su partida puede ser algo muy triste para nosotros.
Por ello, en los últimos años los científicos de la empresa de biotecnología Loyal, han creado un medicamento que podría extender la vida de nuestros compañeros caninos.
Se trataría de «LOY-001», el medicamento diseñado para “prolongar la vida útil” de los perros.
Está especialmente diseñado para canes adultos grandes, una categoría que suele tener una esperanza de vida más corta en comparación con los perros más pequeños.
“Los datos proporcionados son suficientes para demostrar que existe una expectativa razonable de eficacia”, informó a la compañía un funcionario de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU en una carta.
Esta frase significa que el fármaco, el cual no fue nombrado oficialmente, ha cumplido con uno de los requisitos para la “autorización condicional ampliada”.
La mencionada es una autorización acelerada para medicamentos animales que cumplen necesidades de salud no satisfechas y requieren ensayos clínicos complejos.
El medicamento aún no está disponible para los dueños de mascotas y la FDA aún debe revisar los datos de seguridad y fabricación de la compañía.
La autorización condicional, la cual la empresa espera recibir en 2026, permitirá a Loyal comercializar el medicamento para prolongar la vida canina, incluso antes de que se termine un ensayo clínico extenso.
“Vamos a conseguir al menos un año de extensión de vida saludable”, dijo Celine Halioua, fundadora y directora ejecutiva de Loyal.
¿Cómo funciona?
Se dice que el medicamento actúa interactuando con el factor de crecimiento de insulina 1 (IGF-1), una hormona que se cree que contribuye al crecimiento y acelera el envejecimiento en los perros.
Investigaciones anteriores indicaron que los perros con niveles más bajos de IGF-1 están asociados con menor fragilidad y una mejor calidad de vida en comparación con aquellos con niveles más altos de esta hormona.
Dado que los niveles de IGF-1 son naturalmente más altos en perros grandes, estos tienden a tener una vida más corta en comparación con los más pequeños.
Sobre los efectos secundarios, hasta ahora los estudios indicaron que pueden incluir malestar gastrointestinal leve y temporal en perros.
Sobre “LOY-001”
Se desconoce aún si el medicamento realmente cumplirá la promesa de alargar la vida canina.
Un pequeño estudio sugiere que LOY-001 podría mitigar los cambios metabólicos asociados con el envejecimiento, Loyal aún no ha demostrado que alargue la vida de los perros.
La carta enviada a la FDA, da a entender que la agencia está abierta a medicamentos para la longevidad canina, dijo Halioua.
Un equipo de investigadores académicos está realizando un ensayo clínico canino con rapamicina, la cual se ha demostrado que prolonga la vida de ratones de laboratorio.
A su vez, Loyal está reclutando perros para un ensayo clínico con otro fármaco candidato, denominado LOY-002.
Los avances dados por la empresa, son una señal del ritmo acelerado de la ciencia. También de la seriedad con la que los investigadores y reguladores están abordando un campo.
El bio gerontólogo de la Universidad de Washington y co director del Dog Aging Project, Daniel Promislow, que lleva a cabo el ensayo con rapamicina, dijo: “¿Qué pasaría si funciona?”, “¿Cuáles son las implicaciones?”.
Durante este año, un equipo de científicos que incluyó a Promislow y algunos de sus colegas del Dog Aging Project publicó un análisis de perros que fueron asignados al azar para recibir una dosis baja de rapamicina o un placebo durante seis meses.
Aunque el tamaño de la muestra fue pequeño, el 27% de los dueños de perros cuyas mascotas recibieron el medicamento informaron mejoras en la salud o el comportamiento, incluido un aumento en la actividad o el carácter juguetón.
En comparación con el 8% de los dueños cuyos perros recibieron un placebo.
Los medicamentos para la longevidad estarán destinados a perros sanos, lo que cambia el cálculo de riesgo-beneficio.
“Una cosa es que un perro esté al borde de la muerte y le estés dando un tratamiento tardío”, dijo Bev Klingensmith, una criadora de perros gran danés en Iowa.
“Administrarle a mi perro joven y sano un medicamento recién salido al mercado suena un poco aterrador”, agregó.
Asimismo, es muy pronto para saber cuánto costarán los medicamentos para la longevidad, pero Halioua predijo que podría estar en un rango “medio de dos dígitos en dólares por mes”.
Finalmente, aunque los científicos puedan retrasar la angustia del dueño de una mascota, es poco probable que puedan evitarla por completo.
“Definitivamente, no se trata de fármacos para la inmortalidad o la prolongación radical de la vida”, afirmó Halioua en un correo electrónico.
Y agregó: “Nada de lo que estamos desarrollando podría hacer que un perro viviera para siempre”.
Posibilidad en humanos
Estos hallazgos han planteado la tentadora posibilidad de que los científicos puedan encontrar medicamentos que tengan los mismos efectos de prolongación de la vida en las personas.
Los fármacos que investigan actúan de diferentes maneras.
La rapamicina, que también ha generado un gran interés como potencial medicamento para la longevidad en los seres humanos, inhibe una proteína conocida como mTOR, la cual regula el crecimiento celular y el metabolismo.
Fuentes: Ámbito / The New York Times