Trabajadores del sector turístico marcharon en el centro de Córdoba
Es uno de los sectores más afectados por la pandemia, a lo que se suma la virtual devaluación del 35% tras el nuevo impuesto al dólar.
Trabajadores de distintos rubros dentro del sector turístico continúan con las distintas protestas en Córdoba y todo el país. Mientras las anteriores se dividieron principalmente entre el Aeropuerto Taravella y distintas caravanas, esta vez decidieron marchar juntos hasta el Patio Olmos.
Se trata de uno de los sectores más afectados por la pandemia del coronavirus, a lo que se suma la virtual devaluación del 35% tras el nuevo impuesto al dólar anunciado la semana pasada por el Banco Central (BCRA). Esto último es «el tiro de gracia» para el turismo, según expresaron.
«Repudiamos la medida del 35% que se suma a otras cargas impositivas. La gente tiene que enterarse que cuando quiera comprar un viaje al exterior deberá pagar un 77% de impuestos y eso es una traba muy grande para el sector«, sostuvo a Más Radio una de las representantes de la protesta, Natalia Chamas.
«El golpe de gracia para terminar de devastar nuestra industria vino de la mano de la implementación de un nuevo recargo para los pasajes y servicios turísticos acumulativo a los ya existentes», agregaron.
Al 30 por ciento del impuesto PAIS, al que ya le sumaban el 7% del DNT (gravamen sobre pasajes al exterior) y el 5% de la RG 3819 para los pagos en efectivo (percepción sobre Ganancias y Bienes Personales), ahora se añade el 35% de la RG 4815 (producto del supercepo).
En un comunicado conjunto, las distintas entidades que agrupan al turismo detallaron una serie de pedidos entre los que se incluyen:
- Hasta que la actividad turística se reactive, se otorgue acceso al 100 por ciento del ATP a las empresas que se comprometan a no despedir personal sin causa justa.
- Que se libere a todas las empresas del sector del pago del impuesto al cheque por el término de un año.
- Líneas especiales de financiamiento a tasa cero, con amortización no menor a 36 meses y un plazo de gracia de entre 6 y 12 meses, a todas las empresas que siguen sin tener ingresos y deben seguir enfrentando gastos, costos y el sostenimiento en forma obligada las estructuras laborales.