Argentina negocia con cinco laboratorios que producirán vacunas contra el Covid-19
El gobierno está en tratativas con Rusia, el Reino Unido, China y Estados Unidos y ya hay algunos preacuerdos. Confirmaron que no será obligatorio vacunarse.
Desde el 11 de marzo de 2020 cuando se declaró la pandemia ante el brote de Covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) registra, hasta el momento, 202 desarrollos en el mundo que apuntan a lograr una vacuna contra el virus. De ese total, unos 155 proyectos están en etapa pre clínicas (entre ellos, el de la vacuna argentina impulsada por la Universidad de San Martín en Buenos Aires) y 47 ya avanzaron sobre las pruebas humanas. De esta última cifra, 10 están en el tramo final de la fase 3 y Argentina negocia con cinco laboratorios.
El primer anuncio, que no escapó a la coyuntura política, se dio el pasado 2 de noviembre sobre el avance de las negociaciones por la compra total de 25 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik.
Al día siguiente, se conoció que el laboratorio estadounidense Pfizer hizo al país una oferta por 750.000 dosis y el 6 de noviembre, Astrazeneca, que desarrolla en conjunto con la Universidad de Oxford, la vacuna Covid-19 (AZD 1222), confirmó la firma de un acuerdo con el Gobierno, por la compra de 22 millones de dosis que llegarían en 2021. En ese marco, desde el ministerio de Salud de la Nación anunciaron que se desplegará el plan de vacunación más grande en la historia del país.
Argentina también negocia con otros dos laboratorios que tienen vacunas en fase 3 pero de los cuáles aún no se conocieron cantidad de dosis ni tiempos de entrega: por un lado, con la compañía farmacéutica (también estadounidense) Jenssen de Johnson & Johson y, por otro, con el laboratorio Sinopharm Group de origen chino emplazado en Beijing, para lo cual, la Fundación Huésped reclutó en el país unos 3.000 voluntarios para los testeos masivos.
De todos modos, el Gobierno remarcó que no descarta realizar acuerdos con laboratorios que se encuentren investigando y desarrollando vacunas contra el Covid-19, sobre todo los de fase 3, donde también están otros desarrollos de Estados Unidos y China, las dos potencias con más vacunas en desarrollo.
En cuanto a la vacuna Sputnik V, el 4 de septiembre pasado, la prestigiosa revista científica The Lancet publicó los resultados de las fases 1 y 2 de las pruebas clínicas, que confirman la seguridad y eficacia de la inoculación, donde el 100% de los adultos sanos participantes en los ensayos clínicos en las dos primeras fases “demostraron una fuerte respuesta inmune frente al SARS-CoV-2”. Se trata de la única vacuna que utiliza dos adenovirus humanos como vectores, uno diferente en cada dosis que se deben administrar con diferencia de 21 días. El costo de la misma es de 19,90 dólares. Esta semana, Rusia realizó anuncios sobre los datos preliminares de la fase 3, que cuenta con 40.000 voluntarios, entre los que participa población de Argentina.
Por su parte, el desarrollo de Pfizer, utiliza el código genético de una proteína viral -en este caso se utiliza la proteína espiga- que al ingresar al organismo las células “producen” esta proteína y al reconocerla se activa el sistema inmunológico; hasta el momento no hay vacunas que utilicen esta tecnología y requiere de una conservación a menos 80 grados. El costo de la misma será de 19 dólares.
A su vez, el trabajo de Astrazeneca y Oxford, utiliza adenovirus de chimpancé modificado genéticamente que se administra con dos dosis con una diferencia de 28 días. Este desarrollo, se encuentra en fase tres desde junio pasado y se prueba en más de 10.000 voluntarios en el Reino Unido, 5.000 voluntarios en Brasil, 30.000 en Estados Unidos y también en Sudáfrica y Kenia. El ensayo clínico tuvo una suspensión temporaria en septiembre pero se reanudó.
En agosto pasado, en Argentina, la empresa mAbxience, del Grupo Insud, anunció que producirá en su planta de la localidad de Garín, provincia de Buenos Aires, entre 150 y 250 millones de dosis del principio activo, y en ese momento se indicó que la vacuna costaría entre 3 y 4 dólares.
Cortar la cadena epidemiológica
“Nosotros queremos masificar de entrada la vacunación y de manera temprana con el objetivo de bajar la circulación y la mortalidad”, manifestó el ministro de Salud, Ginés González García, ante la prensa tras conocerse las negociaciones que se llevan adelante, que ya se adelantó, se inoculará de manera gratuita y no descarta que el país pueda contar con varias vacunas al mismo tiempo. Un respiro que tras varios meses de pandemia, si se contara con un cargamento de dosis en diciembre para vacunar a los mayores de 65 años y el personal de salud, se empezaría a armar el cerco contra la cadena epidemiológica de contagios, que hasta el momento ya se cobró en el país, la vida de más de 34.500 personas.
En medio de las muertes y los contagios, la crisis del empleo impacta fuerte en los países de Latinoamérica, y se estima que la recuperación de fuentes de trabajo podría demorar más de una década. En la región se perdieron 47 millones de empleos y cerraron unos 2,7 millones de pequeñas y medianas empresas a causa de la pandemia de coronavirus.
Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud, el viernes pasado aseguró que el expediente de la vacuna rusa Sputnik V, ya ingresó a la Anmat, que es el organismo encargado de analizar y avanzar con los debidos procesos. “Ninguna vacuna contra el Covid será obligatoria. Estemos con calma y analicemos la situación con la mayor serenidad posible. Es el momento de dar un paso bien grande, de superar cualquier grieta, y la población tiene que entender la estrategia del Estado nacional”, enfatizó Vizzotti.
En consonancia, el ministro de ciencia, Roberto Salvarezza, sostuvo: “Muchas veces aquí la disputa sanitaria se convierte en una disputa política, lo cual es inaceptable desde todo punto de vista ético, me parece un problema muy serio de la dirigencia política utilizar dudas sobre la vacuna y los organismos de regulación, porque nada se va a dar en nuestro país que no esté aprobado por la Anmat, que es un organismo de prestigio internacional”.
Eficacia de las vacunas
Este lunes, el laboratorio Pfizer que trabaja en conjunto con la firma alemana BioNTech, afirmó que su vacuna contra el coronavirus es “eficaz en un 90%”, según el primer análisis intermedio de su ensayo de fase 3, la última etapa antes de pedir formalmente su homologación.
“Los primeros resultados de la fase 3 de nuestro ensayo de vacuna contra el Covid-19 proveen las pruebas iniciales de la capacidad de nuestra vacuna para prevenir” esta enfermedad, dijo el presidente de Pfizer, Albert Bourla. “Hemos dado un paso importante y estamos más cerca de proveer a los ciudadanos del mundo” esta vacuna, tan “necesaria para contribuir a acabar con esta crisis sanitaria mundial”, añadió.
En esa misma línea, el miércoles, el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya en Moscú, que anteriormente desarrolló la vacuna contra el ébola que contuvo la epidemia en África en 2017, anunciaron que la Sputnik V “tiene una eficacia del 92 por ciento” y aseguraron que hasta ahora “no hubo eventos adversos inesperados” durante los ensayos.
Se espera que los próximos días, la vacuna de Astrazeneca en colaboración con la Universidad de Oxford, reporte los datos preliminares de la eficacia de la Covid-19 (AZD 1222), así como también el resto de las investigaciones.
El apremio por lograr dosis efectivas, no deja fuera de juego la geopolítica pero lo cierto es que ninguna puede saltarse los procedimientos internacionales, que respaldan las investigaciones. Más allá de los anuncios del laboratorio Pfizer y el instituto Gamaleya, resta esperar que los fabricantes, presenten los resultados obtenidos en la fase tres, en muestras concéntricas, en revistas científicas con revisión de pares. El procedimiento usual de cualquier trabajo de investigación.
Fuente: La Nueva Mañana