El vino tinto puede ayudar a prevenir resfriados y enfermedades como la gripe


Diversos estudios descubrieron que beber dos copas de vino por día, influye en nuestra salud de manera positiva. A su vez, existe un remedio casero para prevenir estas y puede ser preparado en nuestras casas.


Los climas fríos vienen acompañados de resfriados y enfermedades. Afortunadamente, existen alimentos y bebidas que ayudan a prevenirlas, entre ellos se encuentra el consumo moderado del vino.

Esto debido a su contenido rico en flavonoides, que puede detener el avance de estas la gripe y limitar sus síntomas. 

Por ello, es importante seguir una dieta rica en verduras y legumbres, junto a un consumo moderado y responsable de vino.

¿Qué son los flavonoides?

Son compuestos fenólicos de origen vegetal que tienen propiedades antioxidantes y que se encuentran en las vides, principalmente en los hollejos de las uvas y, en menor medida, en las pepitas.

Según una investigación de la Escuela Universitaria de Medicina de Washington, se pudo conocer que las propiedades “antigripales” del vino se deben también a unos microbios que están en el sistema gastrointestinal y reaccionan con los flavonoides.

¿Cómo tomar vino contra la gripe?

Otro estudio descubrió que la gente que bebe más de catorce copas de vino a la semana (es decir, más de dos al día) tiene menos probabilidad de tener resfriados comunes.

Sin embargo, otras personas eligen tomar esta bebida caliente, ya que es un remedio casero con infinidad de cualidades medicinales desde hace siglos. 

La infusión es la unión de los polifenoles del vino, frutas que acompañan a la mezcla y especias que le dan sabor.

Pese a los beneficios, las personas que padecen una úlcera gastroduodenal deben rechazar por completo su consumo, ya que la canela que incluye podría agravar la dolencia. Tampoco se recomienda a pacientes con enfermedades graves de riñón, hígado, gota, reumatismos graves o eczemas.

Además, se debe utilizar un vino de calidad media, pues los vinos ya deficientes empeoran cuando se calientan.

Fuera de la advertencia, sus beneficios son:

  • Sus propiedades antivirales combaten los virus que provocan la aparición de gripe y resfriado.
  • Mejora la circulación sanguínea.
  • Aumenta las defensas inmunitarias.
  • También posee cualidades vasodilatadoras de suma eficacia, tanto que evita la aparición de varices y coágulos de sangre.
  • Favorece la absorción intestinal de las grasas.
  • Estimula el incremento del HDL o colesterol bueno.
  • Reduce el riesgo de demencia.
  • Aumenta la actividad de nuestro cerebro.
  • Sintetiza el colágeno, reduciendo así el riesgo de sufrir numerosas alteraciones orgánicas como aneurismas, luxación del cristalino, artrosis, una extrema fragilidad ósea, dificultades para la cicatrización y flacidez.

¿Cómo es la receta?

Ingredientes:

  • 1 botella de vino tinto
  • 1 naranja
  • 2 tiras de piel de limón
  • 4 clavos
  • 1 palito de canela en rama
  • 2 semillas de cardamomo
  • 1 trozo de raíz de jengibre
  • 100 g de azúcar​

Para elaborar esta bebida milenaria, basta con seguir tres sencillos pasos:

  • En primer lugar, colocamos todos los ingredientes en una olla grande al fuego. Cuando la mezcla ya esté hirviendo, bajamos la temperatura al mínimo y tapamos el recipiente. 
  • Dejamos que el vino repose en ese estado durante unos 20 minutos, aproximadamente. 
  • A continuación, colamos el líquido y lo servimos para su consumo inmediato, pues una vez frío el gusto se ve reducido. 

Beneficios del vino

Entre las bondades de esta bebida, consumida de manera normal, se encuentran:

  • Mejora el sueño: Una copa de vino tinto durante la cena ayuda a conciliar el sueño, ya que contiene una buena dosis de melatonina, la hormona reguladora del sueño. Su consumo antes de dormir induce al sueño tal como demostraron científicos italianos.
  • Dieta sana y equilibrada: El consumo de vino se asocia a productos como las carnes bajas en grasa, los pescados, las verduras o la fruta. Alimentos que permiten una rápida digestión y unos hábitos saludables de alimentación que permiten llevar a cabo una dieta equilibrada.
  • Mejora la circulación sanguínea: Muchos estudios demuestran que el vino tinto consumido de forma moderada facilita una correcta circulación de la sangre en el organismo disminuyendo a su vez el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El vino activa una enzima que favorece la eliminación de elementos tóxicos, de modo que previene daños adicionales al corazón.
  • Reduce el riesgo de cáncer: Según un estudio publicado en 2011, el vino es saludable porque protege la aparición del cáncer de esófago. También reduce a la mitad la posibilidad de padecer cáncer de próstata pasados los 40 años.
  • Solución contra el resfriado: Lejos de las costumbres más tradicionales de consumir una copa de coñac para hacer frente al resfriado, se ha demostrado que el vino protege el sistema inmunitario frente a resfriados y catarros habituales durante los meses de frío. La función antioxidante de la melatonina y una sustancia química como el polifenol, según estudios estadounidenses, protegen al consumidor contra la gripe. Sus poderes han sido probados frente a otras bebidas como la cerveza y bebidas espirituosas.
  • Previene la artritis: Una de las enfermedades más temidas por las personas adultas es la aparición de la artritis. El consumo de 5 a 10 copas de vino tinto a la semana puede frenar el desarrollo de artritis reumática en más de la mitad de los casos frente a los no consumidores de vino.
  • Presión arterial: Bien es sabido que el consumo excesivo de alcohol provoca hipertensión, sin embargo beber una copa al día de vino tiene el efecto totalmente contrario porque reduce la presión después de una comida, algo que pueden tener en cuenta las personas que padecen este problema.
  • Estímulo para el ejercicio: Por sorprendente que pueda parecer, un estudio de medicina deportiva demostró que beber vino antes de realizar ejercicio físico estimula el corazón, de modo que se puede considerar como un beneficio por el efecto dilatador de los vasos sanguíneos y la relajación de los músculos que provoca.
  • Frena la diabetes: Las personas que consumen vino de forma moderada tienen más posibilidades de prevenir la diabetes de tipo 2 según demostró un estudio de la Universidad de Salud Pública de Harvard.
  • Retrasa la demencia: Los polifenoles, sustancia que se encuentra en las semillas de las uvas vinícolas, evitan la formación de unas placas que rodean las células cerebrales, de modo que el vino ayuda a evitar la formación de estas placas relacionadas con el Alzheimer.
  • Quema grasas: Una copa de vino es el complemento perfecto al ejercicio físico tan saludable para el cuerpo humano. Las últimas investigaciones aseguran que activa un gen que impide la formación de nuevas células de grasa.

Fuentes: Sadival / Soy Vinícola / El Confidencial / La Prensa del Rioja /

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