La diferencia entre la conservación del puma entre Chile y Argentina amenaza a la población de felinos


Mientras que en el país chileno son protegidos, en el argentino actualmente la caza deportiva se encuentra en temporada. Los grandes desplazamiento entre territorios por parte de estos animales, ponen en riesgo su población: “La especie nativa tiene grandes desplazamientos y ellos no tienen ni idea de límites administrativos. No saben de países, de provincias, ni de regiones. Ellos se desplazan libremente en busca de alimento obedeciendo a fenómenos biológicos”, dicen desde  Rewilding.


El Parque Nacional Torres del Paine es un territorio de 242 mil hectáreas y es uno de los mayores atractivos turísticos por su ecosistema rico en naturaleza, su particular geografía que incluye montañas, glaciares, bosques, valles, ríos y lagos, junto con una gran variedad de flora y fauna.

Este lugar, ubicado en Chile, se convirtió en un refugio para los pumas, creciendo cada vez más su población.

Según un estudio realizado por el Programa Puma de la ONG Panthera, organización mundial en la conservación de felinos silvestres, el parque es considerado como el territorio con mayor densidad poblacional de dicho animal en el mundo.

Los investigadores estimaron 5,1 individuos adultos independientes por cada 100 km2, en comparación al promedio registrado de 1,8 pumas independientes por 100 km2 en su rango de distribución.

En una entrevista con Austerra, Omar Ohrens de la ONG explicó:

“Es un lugar bastante rico en lo que se refiere a cantidad de mamíferos, o sea, cantidad de presas -como el guanaco- que hay disponibles para el puma en comparación a otros sitios de Chile, como lo es la zona central, donde creemos que la densidad es muy baja debido a la baja densidad de presas”.

Otra de las razones es la protección que hay en el lugar: “Es un Parque Nacional, por ende, las presas están resguardadas y las poblaciones de seres vivos están saludables. Entonces todas esas cosas que ocurren aquí en Torres del Paine, se traduce en que finalmente el lugar tenga la densidad de pumas más grande del mundo”.

Temporada de caza

Sin embargo, mientras que en Chile la caza de pumas está prohibida por ley y la especie es catalogada como Casi Amenazada a nivel nacional, en Argentina la situación es otra. 

El pasado 27 de marzo de 2024 se informó que la temporada de caza deportiva en la provincia de Santa Cruz, Argentina, fue autorizada por el Consejo Agrario Provincial.

Quienes tengan la licencia correspondiente podrán capturar pumas, zorros y guanacos. Esto comenzó el 1 de abril y terminará el 31 de agosto del presente año. 

Rewilding Chile, ahora Tompkins Conservation, expresó sobre ello: “Esto habla de que no estamos entendiendo nada. No hemos aprendido que, en realidad, la caza no resuelve ni un conflicto. El principal problema de esto es que no estamos teniendo una mirada responsable ni integral al tomar una decisión de este tipo”.

La fundación propone buscar maneras de coexistir con los pumas, entendiendo que son el máximo predador de la cadena trófica en el territorio nacional, y que existen otras formas de hacer las cosas.

La misma trabajó en un proyecto similar al de Torres del Paine en el Parque Nacional Patagonia en Aysén desde 2005 hasta 2014, aproximadamente. 

En 2004 adquirieron una estancia ganadera con más de 30 mil ovejas y casi 5 mil bovinos, donde la mirada cultural local respecto a los depredadores era de lo peor. Pensaban que había que eliminarlos porque de lo contrario, se comerían el ganado de los estancieros.

Pero gracias a Tompkins adquirieron 80 mil hectáreas para la creación del parque, reservas que en ese momento manejaba la Corporación Nacional Forestal (CONAF). 

Junto a ello, prohibieron la caza de pumas y zorros, porque para ese entonces, también eran especies protegidas dentro del territorio nacional.

Trabajaron en dos líneas: 

  • Concientizaron a la población con información sobre el puma, donde les colocaron dispositivos de rastreos para obtener datos respecto a sus desplazamientos, para así describir el tamaño de sus territorios, qué es lo que consumían y cuál era su dieta principal.
  • También contrastaron sus datos y compartieron hallazgos corroborados por el SAG, el Ministerio de Agricultura, la CONAF y las asociaciones ganaderas de la zona. 

Un caso emblemático que tuvieron en el Parque Nacional Patagonia fue el de un macho de dos años al que le colocaron un collar GPS, y estuvo alrededor de un mes dentro del lugar.

El monitoreo satelital marcó que se dirigió hacia Argentina. Caminó 800 kilómetros y terminó muerto en una estancia.

Esto expuso por un lado, la capacidad de desplazamiento del animal; se movió de manera transfronteriza hacia otro país; y por último no tuvo problema con el ganado silvestre.

Cristián Saucedo, director de programas de Vida Silvestre de Chile, afirmó que es verdad que la situación genera un cierto grado de frustración en los estancieros, pero que la solución nunca ha sido cazarlos, ni tampoco dejar que se muevan libremente matando al ganado.

Se busca un equilibrio para coexistir los unos con los otros, incluyendo a los seres humanos. 

Sin embargo, mientras en Chile las organizaciones trabajan unidas por la conservación de estas especies, en Argentina pasan desapercibidas.

“La especie nativa tiene grandes desplazamientos y ellos no tienen ni idea de límites administrativos. No saben de países, de provincias, ni de regiones. Ellos se desplazan libremente en busca de alimento obedeciendo a fenómenos biológicos”, aseguró el médico veterinario de Rewilding Chile. 

Santa Cruz, donde la caza es libre con permiso nacional, cubre prácticamente más de la mitad de la Patagonia y que el impacto que tendrá en las poblaciones de pumas será tremendo para los felinos.

Fuente: Austerra Society / 

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