¿Por qué sentimos frío?
Descubrí las posibles causas detrás de tu sensibilidad al frío y cómo podes abordarla.
Es común encontrarse con una persona friolenta en cualquier grupo de amigos, aquella que siempre parece tener frío incluso cuando los demás están cómodos con la temperatura.
Sin embargo, esta sensibilidad al frío puede deberse a más que simplemente «tener el termostato desequilibrado».
A continuación, exploraremos las posibles explicaciones detrás de este fenómeno.
El frío que experimentamos no siempre se limita al clima externo, ya que puede originarse por diversas razones internas en nuestro cuerpo.
Una de ellas se relaciona con la forma en que nuestro cerebro distribuye las señales para regular la temperatura corporal.
El hipotálamo, encargado de esta función, también controla otros aspectos vitales como las hormonas, el apetito, las respuestas emocionales y la actividad sexual.
Al regular nuestro metabolismo, influye en la quema de calorías y en la producción de calor corporal.
Tu estilo de vida también puede influir en tu sensibilidad al frío.
La falta de ejercicio regular puede ser una posible causa, ya que mantener una rutina de actividad física ayuda a que el corazón y los pulmones funcionen de manera más eficiente, proporcionando oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo y contribuyendo a mantener una temperatura corporal estable.
Otro factor a considerar es la cantidad y calidad del sueño que recibes.
Si no estás descansando lo suficiente, es posible que tu cuerpo no reciba la energía necesaria y, como resultado, experimentes sensación de frío durante el día.
Además, la deficiencia de ciertas vitaminas como el hierro o la vitamina B puede afectar la regulación de la temperatura corporal.
En el caso de las mujeres, la pérdida de hierro debido a períodos menstruales intensos puede ser especialmente relevante en este aspecto.
Estas son algunas de las posibles causas que podrían explicar por qué eres más sensible al frío de lo habitual.
Sin embargo, si sospechas que puede haber un problema de salud subyacente, es recomendable que consultes a un médico o a un especialista para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.
No dudes en buscar atención médica si consideras que tu sensibilidad al frío está afectando significativamente tu calidad de vida.