Prisión perpetua para Walter Insaurralde, el padre biológico de Sathya Gallardo
En un fallo histórico, el pastor evangélico de Villa El Libertador, fue condenado en horas del mediodía por la Cámara Tercera del Crimen.
Con la participación de 16 jurados populares, la Cámara Tercera del Crimen de Córdoba condenó este viernes al pastor evangélico Walter Insaurralde por abusar sexualmente de su hija, Sathya, durante seis años, mientras la menor tenía entre 8 y 14 años.
La joven, que recién en mayo de 2017 pudo contar lo que le ocurría y hacer la denuncia en el Polo de la Mujer, se quitó la vida tres años más tarde, a los 19 años. Las razones que la empujaron hacia ese final estaban directamente relacionadas con los ataques sexuales que había recibido por parte de su progenitor.
A la espera del fallo, la semana pasada murió la madre de Sathya, Nancy Monjes, luego de batallar contra un cancer de hígado durante los últimos años. “Se logró algo que buscamos durante mucho tiempo. Fueron más de cuatro años los que estuvimos luchando a la espera de un fallo como el de hoy. Mi hermana debe estar feliz y descansando tranquila. Y mi sobrina también”, dijo Javier Monjes, tío de Sathya visiblemente emocionado a la salida de la última audiencia del juicio que culminó este viernes.
Durante la audiencia, previo a la última palabra del acusado («Ustedes fueron puestos por Dios y creo que harán lo correcto», dijo), habló la abuela de Sathya quien recordó la lucha de su hija: «Yo estoy acá pidiendo lo que pedía mi hija: ella pedía justicia por su hija y acá estoy yo ahora», dijo la mujer.
El fallo de este viernes marca un antes y un después en la historia de la Justicia cordobesa ya que Insaurralde fue econtrado culpable de la violación y la posterior muerte de su hija, por lo que es la primera vez que se responsabiliza a un violador por el suicidio de su víctima.
EL CASO
Sathya sufrió abusos por parte de su progenitor entre los 8 y los 14 años. El 22 de mayo de 2017 pudo contar lo que le ocurría y hacer la denuncia en el Polo de la Mujer.
La denuncia pasó a la fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual a cargo de Ingrid Vago. Durante más de dos años, la fiscalía no avanzó en la investigación que debía realizar de oficio, ni tomó las pericias psicológicas ni a Sathya ni al denunciado.
Sathya no resistió las múltiples injusticias, y casi tres años después, el 19 de enero de 2020 se quitó la vida. Sólo cuando la familia se constituyó como querellante, la causa logró avanzar, y el 30 de diciembre de 2020 se eleva a juicio.
El juicio es histórico, también, por ser uno de los únicos tres que llegan a esa instancia cada 100 denuncias de abuso sexual hacia las infancias y adolescencias en Córdoba, según los datos publicados por el Ministerio Público Fiscal en 2019.