Saltar de pareja en pareja: Anuptofobia el miedo a estar solo
Hay muchas razones por las que una persona cambia constantemente de relación o no esta nunca soltero. Si bien esto puede ser algo superficial también puede ser un problema psicológico grave.
Todos conocemos a alguien que pasa de pareja en pareja y rara vez está mucho tiempo soltero. Ya sean hombres o mujeres, varias personas se aburren o tienen miedo de estar solas.
Esto puede ser algo superficial que no trae muchos problemas a la vida cotidiana o ser un verdadero problema psicológico llamado anuptofobia.
En primer lugar, hablemos de cuáles son las razones por las que algunos individuos no quieren o pueden estar solos:
– El mito de la media naranja: Hay ideas distorsionadas acerca de cómo es el amor romántico y cómo deben ser las relaciones. Según la creencia, las personas estamos incompletas hasta que encontramos nuestra otra mitad.
Por ese motivo, buscan a alguien constantemente que los haga felices y los “complete”. Si estando en relación ese sentimiento no aparece se interpreta que esa persona no es la indicada, llevando a la ruptura y a una nueva búsqueda.
– Pasar por la ‘monogamia en serie’ para no sentirse mal: Aunque estemos en el siglo XXI, muchas personas siguen juzgando la sexualidad. Esto conlleva a que hablen de amor, cuando en realidad quieren hablar de sexo.
– Víctimas del efecto rebote en el amor: Muchas veces al terminar un noviazgo sienten un vacío dejado por el ex. Por ello suelen empezar una relación a poco tiempo de la ruptura usada como tapadera emocional.
– La presión social y la búsqueda de reputación: El contexto social influye mucho, especialmente en los adolescentes y postadolescentes, a la hora de encontrar pareja. Muchas veces ser soltero es motivo de burlas injustificadas.
También puede ocurrir que se busca ostentar la cantidad de amantes que se tiene, en general los hombres ya que las mujeres suelen ser juzgadas por ello.
Finalmente la anuptafobia, el pánico irracional a estar solos. Existen muchos factores para sufrir este miedo, sin embargo los más habituales son las experiencias traumáticas del pasado o creencias irracionales sobre quedarse soltero.
Desde edades tempranas, sobre todo en occidente, nos educan con la idea de que una vida plena se da en: crecer, estudiar, recibirse, casarse y formar una familia; llevando a una fuerte presión que muchas veces obsesiona a quien lo padece.
Además de las razones dichas, existen otros factores que conllevan a la fobia de la soledad.
A veces sucede que los padres no han criado con suficiente cariño a sus hijos ni les dieron apoyo en edades tempranas. Consiguientemente crecen siendo individuos con un enorme miedo al rechazo y que evitan estar solos a toda costa. Asimismo el exceso de protección también puede causar pánico a la soltería cuando son mayores.
Los síntomas habituales son ansiedad extrema, pavor, pánico (falta de aire, taquicardia, sudor excesivo, boca seca, etc.) al estar solos o al tener pensamientos de que se quedarán solos.
Muchas veces estas personas sufren también de dependencia emocional. Esto suele ser un problema ya que al no poder estar solo, el sujeto se aferra a la persona con la que está en pareja por más que la relación no sea buena.
Se cree que sucede porque el ser no puede tener contacto con la vida propia interna. Al ingresar al ámbito personal se enfrenta a la angustia, que intenta evitar a través del apoyo y contención de otros.
Los anuptofóbicos suelen ser individuos ansiosos, inseguros, celosos, necesitados de estimación, carentes de vínculos de apego y dependientes. Otro rasgo que suelen presentar es ser personas de personalidad infantil donde idealizan, como se mencionó anteriormente, el amor incondicional y romántico.
Destacando un punto anterior, por el miedo a no estar solo se permanece en una relación tortuosa que puede incluso dañar la integridad física o psicológica de la persona afectada. Al terminarlas suelen entrar en un ciclo de términos e inicios de nuevos noviazgos, sin emprender proyectos autónomos por miedo al abandono.
El tratamiento posible es acudir a un psicólogo, ya que no es fácil superarlo sin ayuda. Los familiares y amigos son importantes en el proceso porque la persona necesita el apoyo de sus pares.
Fuente: Psicología y Mente / Clínica Alemana