Se cumplen 27 años de las explosiones en Río Tercero
El presidente de por aquel entonces Carlos Saúl Menem, hizo una aparición en la provincia cordobesa a través de una conferencia de prensa alegando que se trataba de un accidente. Tiempo después tras investigaciones se determinó que el ataque estuvo planificado.
Un 3 de noviembre pero de 1995 la ciudad de Río Tercero era seriamente dañada por una serie de explosiones ocurridas en las instalaciones de la planta local de Fabricaciones Militares.
A las 8.55 hs de aquella mañana, tres detonaciones desencadenaron la tragedia que dejó siete muertos (ajenos a la fábrica militar), más de 300 vecinos heridos y daños millonarios en una parte importante de la ciudad que quedó destruida.
Las dos primeras explosiones se produjeron en la planta de descarga. La tercera que fue más importante, tuvo lugar en el depósito de expedición y suministros. De esta forma, miles de proyectiles acumulados en los polvorines de la fábrica se esparcieron.
Dichas cargas dispararon contra los barrios de Escuela, Las Violetas, Libertador y Cerino, causando grandes daños. 8 horas después de lo ocurrido el presidente Carlos Saúl Menem hizo una aparición en la provincia cordobesa a través de una conferencia de prensa.
Menem afirmó que el hecho era producto de «un accidente» procediendo a descartar cualquier tipo de ataque intencional y/o atentado contra la planta productiva que llegó a integrar el Grupo Metal de la ex-Dirección General de Fabricaciones Militares.
Poco después del desastre, la Justicia comenzó a investigar lo acontecido. La primera de las hipótesis apuntaba a un accidente ocasionado por un desperfecto en el uso de montacarga. En consecuencia, un tambor con trinitrotolueno, también conocido como TNT se prendió fuego.
Sin embargo, las pericias técnicas determinaron que el TNT no puede estallar por acción de las llamas, ya que ese material sólo puede explotar con el accionar de un detonador. Por ende, debió de ser utilizado por una mano humana.
A partir del testimonio de lugareños quienes tuvieron la suerte de salir ilesos de las explosiones, se pudo reconstruir que la noche anterior al estrago hubo personas no identificadas que ingresaron en las instalaciones de la fábrica.
Uno de los últimos detalles que terminó de confirmar que el ataque fue coordinado recayó en la ausencia de dos importantes figuras. Tanto el director como el subdirector de la fábrica, se ausentaron de la empresa para viajar a Buenos Aires.
La realidad detrás del «accidente»
Entre 1991 y 1995, el Gobierno de Menem firmó decretos para vender armas a Panamá y Venezuela, que terminaron en Ecuador y Croacia en operaciones de triangulación.
Tanto cañones, obuses y proyectiles eran retirados de las unidades militares para ser llevados a la planta de Río Tercero con el pretexto de ser reparados, pero desde allí eran embarcados en puertos para ser destinados al lugar requerido.
El Tribunal Oral Federal Número 2 de Córdoba condenó por estrago doloso seguido de muerte a Edberto González de la Vega, director de Coordinación Empresaria de Fabricaciones Militares, a 13 años de prisión.
A De la vega se sumaron Carlos Franke, director de Producción de Fabricaciones Militares (13 años), Jorge Antonio Cornejo Torino, coronel director de la Fábrica Militar de Río Tercero (13 años) y Marcelo Gatto, jefe de la División Producción Mecánica (10 años).
Menem, quien en en 2018 había resultado absuelto dentro de la causa por «contrabando de armas a Ecuador y Croacia», debía enfrentar el debido proceso una vez más partir del 24 de febrero de 2021. Sin embargo, falleció 10 días antes de que eso ocurriera.