SIDA: lo que falta para eliminar el virus

Si bien ha habido grandes progresos en los últimos años, hay preocupación por parte de los organismos sanitarios mundiales por los retrasos de los objetivos en Latinoamérica. 


El Día Mundial de la Lucha contra el sida, que se conmemora cada 1º de diciembre a nivel mundial, es un momento para recordar el progreso logrado en dar respuesta integral al VIH/sida, pero también para difundir cuánto queda por hacer para combatir una epidemia responsable de 770.000 muertes y 1,7 millones de nuevas infecciones por VIH solo en 2018.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el VIH como una infección que deteriora progresivamente el sistema inmunitario, alterando o anulando su función de combatir infecciones y enfermedades. El término sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) se utiliza en casos avanzados de VIH, dados por la aparición de una o varias infecciones o cánceres relacionados.

Un reto para desterrar esta llamada epidemia, es el financiamiento del Fondo Mundial de Lucha contra el sida, la Tuberculosis y la Malaria, un desafío que deberán encarar todos los países en forma conjunta en el corto plazo y una demanda que se hace año tras año en el llamado a los líderes mundiales a que “cumplan la promesa” de lograr un mundo sin sida.

Si bien el acceso a antirretrovirales se ha multiplicado y también es notorio el estancamiento del número de decesos en la region, los datos regionales oficiales proporcionados por Onusida estiman que cerca de 50 mil muertes ocurren en América Latina y el Caribe que serían prevenibles con diagnósticos tempranos y acceso a servicios de salud sin discriminación.

Con estos números en la región, es difícil que todos los países que se comprometieron ante las Naciones Unidas a acabar con la epidemia del sida en 2030, puedan lograrlo.

En Argentina se estima que 139 mil personas viven con VIH y cada año se notifican 5.800 nuevos casos. Según la Secretaría de Salud de la Nación alrededor del 20% no conoce su diagnóstico.

Argentina cuenta con herramientas para la prevención, el testeo, el tratamiento y la retención de las personas con VIH dentro del sistema de salud. Sin embargo, no cambian significativamente los números en relación al VIH en nuestro país.

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