Un equipo de astrónomos cordobeses capturó imágenes de jets estelares


Tuvo como objetivo «estudiar la morfología de estos cuerpos celestes y poder determinar si la misma podría estar asociada a la binariedad de la fuente generadora».


Un equipo del Observatorio Astronómico de Córdoba capturó nuevas imágenes de lo que se conoce como jet estelar serpenteante. Se trata de dos chorros llamados MHO 1502 y MHO 2147 ubicados a 10 mil y 2 mil años luz de la Tierra.

Los jets estelares son «un subproducto común de la formación estelar. Su particular forma serpenteante se produce debido a la interacción entre los campos magnéticos de la estrella compañera y los discos de gas que las rodean».

Este trabajo que estuvo a cargo de la astrónoma Leticia Ferrero, tuvo como objetivo «estudiar la morfología de estos cuerpos celestes y poder determinar si la misma podría estar asociada a la binariedad de la fuente generadora».

Este panel de 4 imágenes muestra extractos de algunas de las características interesantes del chorro estelar joven MHO 2147. El panel superior derecho muestra el centro del chorro donde las áreas de color rosa pálido son nebulosas que probablemente contienen estrellas jóvenes masivas, rodeadas de discos de acreción. que expulsan material para crear una cavidad. El color rosa es causado por el reflejo de la luz dispersada desde la fuente central en las paredes de la cavidad. En los otros paneles, las áreas azules son nubes difusas de hidrógeno molecular excitadas por la colisión entre el material circundante y el material expulsado por estrellas individuales. La imagen fue capturada desde Chile por el Observatorio internacional Gemini, un programa de NOIRLab de NSF.

“Cuando la estrella en formación que emite estos jets cambia su posición debido a que se encuentra  afectada gravitacionalmente por otra fuente cercana, su eyección también cambia de posición y orientación, resultando en formas variadas incluso hasta de espirales” explicó la astrónoma.

 “El trabajo pudo demostrar que las formas curvadas de ambos jets estarían asociadas con la posible pertenencia de sus fuentes a un sistema binario, en el caso de MHO 1502, y a un sistema triple, para MHO 2147″.

Para estudiar estos dos jets fue necesario observar la longitud de onda del infrarrojo cercano  y así poder penetrar en sus regiones de formación, las cuales están oscurecidas por polvo y el material del entorno. Al encontrarse lejos del sistema solar y carecen de luminosidad, fue necesario utilizar un telescopio potente y con gran poder de resolución como el del Observatorio Gemini.

vista aérea de Gemini Sur en los Andes del norte de Chile. Gemini South es el miembro del sur del par de telescopios de 8,1 metros que juntos componen el Observatorio internacional Gemini, un programa de NOIRLab de la NSF. Aunque puede asociar los telescopios con la oscuridad y las noches estrelladas, Gemini South pasa sus días disfrutando de la brillante luz del sol, de ahí los bancos de paneles solares que rodean el telescopio. Estos paneles proporcionan aproximadamente el 28% de la energía necesaria para hacer funcionar el telescopio. Puede ser difícil medir el tamaño real de los observatorios en fotografías aéreas como esta. Intenta ver el coche plateado que se esconde en las sombras detrás de Gemini South: ¡está empequeñecido por la cúpula del telescopio!

El observatorio tiene dos telescopios gemelos ópticos/infrarrojos de 8,1 metros de diámetro ubicados en ambos hemisferios de la Tierra que se encuentran en operación científica desde el año 2000. Está conformado por una cooperación internacional entre  Estados Unidos,  Canadá, Corea del Sur, Brasil, Argentina, y Chile como país anfitrión.

“Tener acceso a instrumentos de última generación en tecnología y altísima resolución en el infrarrojo cercano con tiempo argentino, permite a los investigadores locales llevar a cabo exhaustivos trabajos multifrecuencia de calidad internacional”, concluyó Ferrero.

Compartir en: