Elizabeth Noriega: Las situaciones más difíciles son nuestros mejores maestros


La nadadora paralímpica oriunda de Arroyito compartió en el programa radial Hits en Dos cómo fue el comienzo de su carrera y valiosas reflexiones para las personas que tienen alguna dificultad en su vida como las que no.


En diálogo por el programa radial Hits en Dos por FM Azul 107.1 de Río Primero, la nadadora paralímpica de la Selección Argentina Elizabeth Noriega contó cómo empezó a dedicarse al deporte que tanto le apasiona y su vida hasta este momento en donde logró con sus esfuerzos ir al mundial de natación paralímpica en Portugal.

Tiene 35 años cumplidos hace poco y hace natación desde que tenía 4 años de edad. Es de la ciudad de Arroyito y vivió un tiempo en Ushuaia, donde descubrió que podía competir aunque tuviera una discapacidad y allí se le abrió un mundo nuevo.

Ha participado en diferentes competencias como los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, diversas series mundiales y los Juegos Parapanamericanos Lima en 2019. En esta última competición en el país vecino fue triple medallista.

Elizabeth tiene parálisis cerebral desde su nacimiento, explicó que en el instante que respiro por primera vez no recibió el oxígeno necesario. Eso produjo una parálisis a nivel motriz de su cuerpo que predominó en los miembros inferiores, la vista y muy levemente en el lenguaje.

Por consiguiente desde muy chiquita fue a rehabilitación para poder mejorar su calidad de vida. Contó que no tenían esperanza de que pudiera hablar o ver y mucho menos caminar; desde su primer año de vida sus padres trataron de hacer toda la recuperación posible para salvarle la vista.

Todo ese proceso fue el que llevó a que empezará en el deporte. Ella tenía dificultad para sentarse, controlar el tronco y para la deglución por eso un médico recomendó a sus cuatro años que hiciera natación para rehabilitar la parte motriz. 

Viajaba dos días a la semana a la ciudad de Córdoba a rehabilitarse en el agua (porque en ese tiempo no había piletas en Arroyito), y además visitaba a todos los especialistas tales como kinesiólogos, fonoaudiólogos, psicólogos, etc.

“La verdad que desde el primer momento fue mágico para mí el agua porque yo en lo que es la vida diaria me cuesta movilizarse” dijo refiriéndose a su comienzo y continuó “si bien camino lo hago con dificultad y las distancias son cortas porque las distancias largas se fatigan mucho los músculos de las piernas principalmente”. Recuerda que comenzó como un juego, que empezó como una forma para mejorar la parte motriz.

Al terminar la secundaria comenzó a trabajar en su propio local de artículos de limpieza y nunca dejó de nadar dos veces a la semana. Algunos años después, a los 24 años, se fue a vivir a Tierra del Fuego donde comenzó su carrera deportiva.

Estando allí un profe la vio nadar y quedó sorprendido de cómo se desempeñaba en el agua. Este le preguntó si alguna vez había competido, lo cual a ella le sonó raro porque no conocía la competición del deporte adaptado. Dice que en ese momento se preguntó “cómo voy a poder competir si se supone que para poder competir tenés que nadar a la perfección y, yo no puedo patear”.

Recuerda que el profe le dijo “Bueno ¿vos sabés que tenés parálisis cerebral?” y ella aun desconociendo de la disciplina no entendía “qué tenía que ver” a lo que él le contestó “todo tiene que ver porque justamente es muy esperable que no puedas coordinar” y le contó sobre la natación adaptada y las competiciones para personas con discapacidad y terminó con “tenés toda las cualidades para poderlo hacer”.

Desde ese momento comenzó a tomarle los tiempos y evaluarla hasta que alrededor de  siete meses después de sus evaluaciones la llamaron de Buenos Aires. Allí querían conocerla y que formará parte de la primera concentración de la 

FADePaC (la Federación Argentina de Deporte para Parálisis Cerebral). Fue a la concentración y después de ese primer día dijo “acá me quedo” porque para ella fue mágico y muy importante ese día. 

“Fue la primera vez que yo no solamente vi una pileta olímpica sino que fue la primera vez que vi personas con discapacidad que se metían al agua y como iban de una punta a la otra de la pileta olímpica que tiene 50 mts como si nada” y siguió “fue impactante poder ver como la persona con discapacidad pese a su limitación puede desempeñarse en el medio acuático de la forma que lo hacen”.

Sintió que encontró lo suyo ya que “lo había disfrutado siempre pero siempre lo tomé como rehabilitación” y expresó que nunca se imaginó encontrarse con “este mundo tan maravilloso”, además se sorprende de la forma en que los entrenadores y los profesores tienen que estudiarlos para poder adaptar el nado para que sea lo más eficiente posible para ellos.

Afirma que el deporte hace trabajar a uno consigo mismo todo el tiempo, los hace superarse y buscar tener una mejor calidad de vida aunque tengas que adaptarla enteramente y el deporte les brinda eso, el trabajar constantemente en uno mismo.

“Yo pase mi vida entera cumpliendo horarios todo para realizar las rehabilitaciones de acuerdo a la edad, de acuerdo a lo que tenía que trabajar” comentó y siguió diciendo “eso fue creando en mí una disciplina y una constancia de trabajo que sin esa constancia no sé si hubiese llegado hasta donde he llegado”. 

Desde que nació tuvo siempre el apoyo de sus padres que le enseñaron a superarse y tener fuerzas para intentar lo que se propusiera, nunca se dio por vencida. No tiene problema de hablar de su discapacidad porque sin ella no sería la persona que es ahora; confesó que si le dieran la posibilidad de volver a nacer elegiría las cosas como son porque se siente feliz de quien es y gracias a ello pudo valorar la vida.

Terminando la charla dejo un par de consejos para las personas que están atravesando una situación personal: “Busquen por más difícil que sea la situación una luz. Toda situación tiene un aprendizaje, enfoquense en el aprendizaje que le está dejando esa situación y van a ver como van a crecer como personas”. Puso de ejemplo su vida y agregó “si yo me hubiera enfocado quizás en el no puedo caminar o no puedo hacer esto no hubiese llegado hasta donde llegue”.  

En la reflexión sumó “creo que las situaciones por más difíciles que sean son nuestros mejores maestros y depende de nosotros buscarle la forma para salir adelante”. Y finalizó esta con “esta en nosotros elegir como queremos vivir nuestra vida”.

También compartió un consejo para las personas que no tienen ninguna limitación: “Siéntanse orgullosos de tener todo. De poder ver, de poder escuchar, de poder despertar, de poder caminar, de poder conducir un auto. Tienen todo, disfruten, sean felices, cuídense, valorense, apoyense y vamos a construir entre todos un mundo mejor; pero empieza por quererse a nosotros mismos primero para poder querer a los demás”.

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