Gonzalo Silva: Daltónico, cordobés por adopción y alcanza sus sueños a pesar de las dificultades
Es relator de partidos de fútbol, periodista deportivo y trabaja para una radio. Su condición no le impidió seguir las metas que se propuso. Durante una entrevista, contó que se siente crecer con su forma de percibir el mundo, qué es y cuáles son sus proyectos.
Gonzalo Silva es un periodista deportivo, comentarista y locutor de 27 años oriundo de San Rafael – Mendoza que sigue sus sueños en Córdoba trabajando en relatos de partidos de fútbol y para una radio.
Cabe destacar que el joven nació con daltonismo.
Durante una entrevista para Hits en Dos, en FM Azul 107.1, habló sobre lo qué es dicha condición, cómo fue crecer viendo el mundo de diferente manera, cuáles son sus metas y proyectos.
A los 4 o 5 años de edad, cuando daba sus primeros pasos estudiantiles en el jardín de infantes, pintaba los árboles de distinto color a lo que deberían ser. La maestra habló con sus padres, pero lo dejaron pasar.
Con el tiempo, ya en primaria, al notar que seguía pasando se dieron cuenta que no era “normal”. Por ello lo llevaron con un pediatra que casualmente también tenía dicha condición y les dijo “tu hijo es daltónico como yo y como seguramente tu papá” le había dicho a su madre.
Pero ¿Qué es el daltonismo? Es una alteración de origen genético que afecta a la capacidad de distinguir los matices.
Él lo define como una manera distinta de percibir los colores, “no es más que eso” afirma y explica que hay tres tipos: Acromático, Monocromático y Dicromático. Dentro de este último se encuentran: Deuteranopia, Protanopia y Tritanopia.
La deuteranopia te impide ver el espectro del color verde, que es el que afecta a Gonzalo.
Cuenta que es de origen genético. Su abuelo materno era daltónico y el abuelo de su madre también lo era. Explicó que la alteración no perjudica a las mujeres, por lo menos de manera hereditaria.
“El día de mañana si tengo hijas van a transportar mi daltonismo a los que serían sus hijos hombres, genéticamente masculinos”, detalla.
Volviendo a su infancia, recuerda que para ayudarlo sus padres le escribían el nombre de los colores en un papel que pegaban en sus lápices.
También le preguntaba a su maestra, aunque tenía miedo por el clásico bullying y las risas de compañeros al ser diferente: “Calladito para no pasar malos ratos iba y decía ‘¿Seño de qué color?’” recuerda.
Recalca sobre su educadora que era muy pedagógica y en la hoja donde debían pintar le ponía los nombres con lápiz. Él borraba y coloreaba encima.
En secundaria la cosa cambió. Tuvo problemas para cursar, acabó repitiendo un año y cambiándose de colegio. Iba a uno técnico donde a la hora de hacer conexiones, en las evaluaciones, necesitaba calcularlo en base a los colores.
Eso lo llevó a que, por miedo a las burlas y el maltrato verbal, se quedara callado.
Sin embargo, su familia tiene facilidad con las herramientas y lo técnico por lo que él tiene ese “don” también. Por ello considera que si en su momento hubiera habido más inclusión, podría haber terminado sin miedo.
En ese contexto, su profesión “es un reto bastante interesante pero se puede hacer” confiesa. Debe estar más atento de lo normal y recuerda de una ocasión donde Godoy Cruz de Mendoza jugó contra Talleres.
En dicho partido, el club mendocino tenía remeras verdes y el cordobés, blancas. Las veía muy similares, por ello le costó. Con humor dice que diferenció a ambos equipos por las medias.
“La adrenalina de estar en la cancha lo hace a uno estar más atento” dice y agrega que el gusto de querer hacerlo también influye.
Entre risas cuenta: “Imagínense cuando aparece un futbolista que se hizo alguna pintura en el pelo por una promesa y hay tres más de la misma manera. O los accesorios, botines fluor” y agrega “tenes que decir ‘bueno, este corre de esta manera’ para diferenciar”.
Comenta que si hubiera tomado un rumbo diferente, hoy sería cardiólogo: “Y acá estoy, robando con un micrófono” dice en chiste. No cambiaría nada “ya paso, paso por algo así” afirma.
Menciona a su abuelo que tenía su condición e hizo de todo. Era un hombre de campo, tenía talleres de reparación por lo que él creció sabiendo desarmar y armar cosas sin dificultad.
Esa es la razón por la que también podría estar en su lugar de origen, atendiendo el taller y siguiendo su “legado”.
Sin embargo, él eligió su sueño: “La estoy peleando porque sigo aprendiendo día a día y estoy dispuesto a seguir”.
Asimismo, creció en el campo, le gusta y sabe que en algún momento va a volver.
Hoy trabaja en las canchas y en Nova Argentina, una radio online. Con su sentido del humor comenta: “No les voy a recomendar el programa que hago, porque no es recomendable” ya que se llama “Pésimo servicio”.
Le gusta decir que le cae mal la gente que se aprovecha de las cosas, pero se siente un oportunista (aunque no signifique lo mismo) porque está siempre luchando por lo que quiere y en algún momento, pase lo que pase, lo consigue.
Considera que no se debe decir “bueno tengo este estado de confort, puedo estar bien acá y puedo seguir bien toda mi vida” . Proclama que puede ir, pasarla mal a otro lado pero hacer lo que le gusta.
“Salir a buscar tus sueños es salir de la zona de confort” plantea y agrega que a la larga ese va a ser el lugar donde nos vamos a sentir cómodos.
Por su parte, dice que lo está logrando y que puede lograr mucho más. Y finaliza diciendo que hacer lo que uno quiere, ama y siente es lo realmente bueno.