El Colegio del Santísimo Rosario cumple 125 años

Su rectora, la hermana Rocío Castillo Steiner, cuenta un resumen de la historia de la institución y como se ha tenido que adaptar a estos tiempos de pandemia.


La hermana Rocío Castillo Steiner, es la Superiora de la Comunidad del Santísimo Rosario y rectora de su Colegio Secundario. Llegó hace 3 años (en 2017) a Villa Santa Rosa, y desde ese momento anima a esta comunidad.

Hoy la institución cumple 125 años, y su rectora cuenta un resumen de su historia: «El colegio fue fundado en 1895, y un 28 de julio se instaló en el edificio que actualmente ocupa. La estructura del edificio hoy es la misma de aquel entonces, aunque ha tenido remodelaciones, se mantiene igual».

Respecto a los motivos de la creación de la escuela, la religiosa aporta que «nace como respuesta a las necesidades de la zona, mas que nada a la educación de mujeres y niñas». El Colegio del Santísimo Rosario «inicia con muchas alumnas, algunas internas y muchas externas, de la Villa Santa Rosa y del departamento, fue creciendo a lo largo de los años y se consolidó en la región, formando alumnos de varios pueblos de la zona, y de la zona rural también».

La estructura del Colegio se ha mantenido desde sus inicios.

«Es un colegio que tiene como característica principal, su lema, que es `preparar el corazón y la inteligencia de niños y jóvenes´; característica que comparte con varios colegios dominicos», describe la rectora. Y añade: «Forma parte de un grupo de colegios de la Congregación de Hermanas Dominicas de San José, fundada por Fray Reginaldo Toro».

El Colegio que es «mixto desde muy temprano en el nivel primario, y hace 26 años en el nivel secundario», está ubicado en la zona céntrica de la villa, sobre la calle San Martín: «El terreno de su emplazamiento fue donado por el Sr. Luis R. García, traído por el Padre Moisés Quinteros. El Cura Brochero, como vecino del pueblo, pidió que se trabaje y se mantenga este colegio porque era una institución adelantada de la zona, según dice la historia», completa la información la Hermana Rocío.

En principio fue una escuela para niñas, rápidamente se convirtió en mixto. Desde hace 26 años también lo es en el nivel secundario.

La entidad educativa tiene tres niveles, Jardín de Infantes, Primario y Secundario: «Los chicos están desde la Sala de 3 hasta sexto año. La orientación que tiene es economía y administración», explica quien dirige los destinos de la institución.

«Es un colegio que mantiene una tradición muy fuerte, pero a lo largo de los años se ha aggiornado, siempre desafiando los tiempos y asumiendo los nuevos retos. Tiene un cuerpo docente no muy grande, que está conformado, en su mayoría, por profesores de Santa Rosa y de la zona, de hecho varios vienen desde Río Primero», describe.

La Virgen del Rosario protectora de la institución.

¿Cómo fue afrontar estos tiempos de pandemia para el Colegio?

Afrontar nuevos tiempos como para todos los colegios ha sido un desafío muy grande, pero nos adaptamos. El principal baluarte del colegio es un grupo humano muy fuerte, que trabaja muchos los vínculos y la contención, familias muy presentes, de tradición en el colegio, que acompañan la labor docente y un trabajo colaborativo enorme de todos los docentes. Le hicimos frente como equipo directivo, planteando lineamientos, que son los que asumimos con comunicación muy frecuente con la familia y los alumnos. Trabajamos mucho con clases virtuales y por grupos de difusión. En el Secundario utilizamos Classroom, Meet y algunas clases las dimos mediante Zoom.

Nos hemos reinventado, no solo en las clases, por ejemplo tenemos la posibilidad de recreos virtuales en donde los chicos se suman y trabajamos el fortalecimiento de las capacidades y el acompañamiento, además de los contenidos curriculares, que se han tenido que rever según las disposiciones ministeriales. Seguimos ajustando en eso, con cortes evaluativos, cualitativos, no cuantitativos para ir acompañando al alumnado.

¿Qué siente de llevar adelante esta importante escuela?

Una enorme responsabilidad. El legado de tantos años y la fuerte tradición me desafían a seguir creciendo pero manteniendo puro lo propio, que es esa fuerza del lazo que te une. Las galerías son mágicas. No he encontrado nadie que haya pasado por acá y que no sienta una pertenencia única. El Santísimo Rosario es una gran familia. Una historia larga llena de historias. Esta escuela tiene mucha presencia en la vida de sus estudiantes y eso tratamos de hacer, de estar, de mirar, de abrazar.

El patio del Colegio vacío, en tiempos de pandemia.

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