«La radio en un viejo amor al que algún día volveré»
En el día del Locutor, Fabián «Dibu» Gauna habla de su trayectoria frente al micrófono y reconoce que el cartel que mejor le queda es el de «animador».
«Siempre este día es muy especial, tengo conocidos por todos lados que me hacen llegar sus saluditos y esta bueno, pero yo soy mas un animador, siempre me puse mas ese cartel, porque yo no hice una carrera como otros, que tienen un titulo», reflexiona Fabián Gauna, sobre este 3 de Julio, Día del Locutor.
«Igual me re siento un locutor, y lo llevo con orgullo, porque es algo que me encanta», aclara «Dibu», como es mayormente conocido.
El locutor oriundo de Piquillín, pero que reside desde hace siete años en Arroyito, le cuenta su recorrido frente a un micrófono a Difusión Noticias. «Yo arranqué a los 18 con mis primeras animaciones y hasta el día de hoy con 35 años, lo sigo haciendo».
Dibu recuerda que hace un tiempo, en un medio de Arroyito lo nombraron como el animador con mas trayectoria de la ciudad: «Yo empecé a venir desde los 20 años acá y estuve hasta el ultimo verano de Xhela, sin ser local me ha ido muy bien en Arroyito».
-¿Cómo te iniciaste en el camino de la locución?
Yo terminé el colegio secundario en Piquillín y mi idea era estudiar psicología, pero no me fue muy bien. Después trabajé dos años en la panadería de Cacho Sánchez y de Cristina Cavallo en el pueblo. Un día, estando con ellos vi un anuncio en la tele sobre un curso de locución y como yo siempre en la escuela jodía con hacer animaciones, me llamó la atención. Entre amigos, yo siempre era el que agarraba el micrófono, de caradura nomas.
–Entonce sí fuiste a estudiar locución…
Si, me acuerdo que fui con los temores de algo nuevo a la academia de Mario Luna, un reconocido locutor, e hice el curso de locución durante un año, pero ya a mitad de ese año, me fui con mi viejo a Monte Cristo a hablar con Luis Alegría, con quien al día de hoy tengo una amistad enorme, y él me dio la oportunidad de hacer radio por primera vez.
Después tuve un programa en la FM Azul de Río Primero. Esas experiencias me llevaron a hacerme conocido y a trabajar en los boliches.
-¿Cual fue tu mejor experiencia sobre los escenarios?
Para mi lo mas lindo, lo mejor es conducir los carnavales. Animé los de mi pueblo, en Monte Cristo, en Arroyito, en La Puerta, en Malvinas Argentinas,y muchos otros lugares. Me gusta muchísimo subirme al escenario, pero lo que mas hago es animaciones de boliches.
La pandemia ha golpeado mucho al rubro de pubs y discotecas, que prácticamente no han abierto desde marzo de 2019. Algunos de esos emprendimientos se han reconvertido y otros directamente ya cerraron. Pero hay quienes siguen expectantes, a que la «nueva normalidad», les permita abrir.
Dibu, destaca lo que es para él animar en un boliche, y hasta se anima a filosofar al respecto: «Ir al boliche siempre lo tuve como una descarga a tierra, como un hobbie. Bucay dice que en la vida hay que tener una amante, y si bien al frase es chocante, cuando se la explica se entiende le el sentido». Y continúa: «Esa amante puede ser regar una planta, ver una película, juntarse con amigos. Mi amante es subirme a un escenario. a hacer lo que me gusta, a descargarme lo de toda la semana».
-¿Extrañas hacer radio?
Para mi la radio es un viejo amor, un recuerdo muy lindo, y hasta el día de hoy tengo el deseo de volver a hacer un programa de radio, me encantaría. Me pasa que no tengo tiempo para prepararlo, quizás necesitaría un poco de ayuda, porque yo he sido de hacer todo solo, hablar, poner la música, buscar las publicidades y cobrarlas, le dedicaba mucho tiempo que hoy no tengo. La vida me fue llevando a hacer otras cosas de las que no reniego, porque disfruto mucho de mi trabajo actual. Pero algún día volveré a ese amor.
-¿Que cosas cambiaste con el tiempo a la hora de subirte al escenario?
Me pasa últimamente que empiezo a ver quien es el DJ que va esa noche al boliche, antes no tenia drama ,me subía y hacía lo que tenía que hacer. Hoy me fijo en esos detalles,de hacer un buen equipo dentro de la cabina. Es muy importante para mi que tanto el animador, como el DJ y el iluminador trabajen en equipo, sin creer que nadie es mas que el otro. Si los tres trabajan por igual y hacen bien las cosas, la noche va a salir bien, pero si alguno quiere lucirse, ese ego molesta y no está bueno.
-¿Esos «egos» te llevaron a tener problemas con algun DJ por ejemplo?
No. Yo no discuto, si veo que con alguien no hay química, trato de hacer mi trabajo dependiendo lo menos posible del otro. Pero no he tenido mayores inconvenientes
Dibu habla de dj´s y menciona su admiración por uno: «En mis inicios conocí a Andrés Moya, que es el dj mas amigo que tengo, con él somos uno en la cabina».
-¿Quiénes son tus referentes en la locución y en la animación?
Te puedo tirar una lista enorme, pero a mi me gusta el estilo del «Colorado» Gianola. Él puede tener errores, pero sus formas, su espontaneidad para mí son un modelo a seguir. En ese sentido también puedo mencionar a Marcelo Tinelli que también me gusta. Y como locutor, mi maestro Mario Luna y el gran Rony Vargas, de una voz excelente. Siempre me gusta mencionar también a un locutor que hace voces en off en programas de Buenos aires; Fabián Cerfoglio. Tiene gran dicción y vocabulario, no es una gran voz, pero es entradora y llamativa. Igual primero en mi ranking está el «Colorete».
-¿Qué consejo le darías aquellos que quieren dar sus primeros pasos en la locución?
Les aconsejo que si tienen el coraje y la actitud de enfrentarse a un escenario o a un micrófono, que lo hagan y que lo disfruten mucho, porque es hermoso. Hagan todo lo que puedan en esta profesión, porque llega un momento que esta actividad puede no ser compatible con las demás actividades de la vida.
Fabián habla desde su experiencia.Con su novia, con la que convive desde que se mudó a Arroyito, tienen un local de indumentaria deportiva, en la zona céntrica. Y su trabajo en la concesionaria ha sido su principal sostén económico durante años. «Lamentablemente es difícil vivir de esto», dice sobre trabajar en la locución.
SU AMOR POR PIQUILLÍN
Es inevitable que en cada entrevista, «Dibu» mencione reiteradamente a Piquillín, su pueblo, del que no hubiera querido irse nunca. «Cuando puedo me hago una escapadita a mi pueblo para dar una vueltas por sus calles», cuenta.
«Hace años que no vivo allá, pero estuve toda mi vida, y está mi familia, mi mamá, mis hermanas, mis sobrinas, mis amigos», comenta.
«Recuerdo que de chico renegaba porque no había un lugar para salir y nos teníamos que ir a otros lugares a bailar. Ahora cada vez que vuelvo, no me quiero ir. Con mis amigos hablamos siempre sobre Piquillín, los que siguen ahí, no se imaginan yéndose y los que se fueron extrañan un montón, como yo».