Laila Aguirre: «Entendí que en vez de merecer la torta, la tarta, la pizza o la empanada; merezco vivir sin dolor ni enfermedades»
Recordó que logró con su cambio de hábitos controlar la diabetes. Cabe destacar que en este momento es libre de gastar en esa medicación. Destacó: «Me merezco vivir sin dejar mi sueldo en la farmacia».
Laila Aguirre es una vecina y enfermera de Río Primero, quien logró un gran cambio en su estilo de vida.
Mientras sigue con su proceso de bajar de peso, busca ayudar a otras personas que quieran lo mismo.
Su evolución comenzó en enero de 2023, cuando por un problema de salud derivado de su enfermedad cayó en una sala de urgencias. Ahí, entre muchos pensamientos, cambió su manera de pensar.
Comprendió que el desafío está en la cabeza y empezó a plantear su proceso de forma diferente.
Compartiendo su experiencia y reflexiones de lo que fue aprendiendo, da ánimos a quienes, como ella, se esfuerzan para vivir de una mejor manera y saludablemente.
En un video, recordó que toda su vida luchó con problemas de salud y alimenticios, debido a la obesidad, enfermedad que tuvo desde los 6 años.
Durante su existencia bajó varias veces de peso, pero recaía y volvía a subir, algo que reconoce como normal.
Con el cambio de pensamiento, en los últimos años logró bajar más de 80 kilos, y afirmó: “Entendí que todas esas cosas que creía de esas veces, que me merecía me llevaban a recaer”.
Detalló que cada vez que avanzaba en su bajada de peso, esforzándose en la semana, pero llegaba el finde y se decía “yo me merezco comerme el helado porque hice todo bien”.
Dijo que eso no está mal, pero advirtió: “Cuando no estamos preparados para hacerlo. Nadie engorda por una porción de torta, por una porción de pizza, el problema está en el después”.
Contó que muchas veces se posterga para empezar el proceso: “El lunes arranco” y al final no se comienza nunca, se vuelve desde el inicio con todo lo logrado perdido.
Sobre su proceso actual, afirmó: “Entendí que en vez de merecer la torta, la tarta, la pizza, la empanada; entendí que merezco sentirme bien, entendí que merezco vivir sin dolor, entendí que merezco vivir sin enfermedades”.
“Merecemos cosas que todo el tiempo nos dañan” preguntó y se respondió: “Es hora de que nos pongamos en primer lugar y nos merezcamos una mejor vida”.
Contó que no se curó de la diabetes, pero si la tiene controlada y se merece vivir de esa manera, al igual que colegas que comparten el proceso y viven sin dolores que antes los atormentaban.
“Me merezco vivir sin dejar mi sueldo en la farmacia, me merezco esas cosas más que una porción de torta o la pasta del domingo” dijo, añadiendo:
“Aprendamos a compartir otras cosas con las personas que amamos” refiriéndose a la mesa del domingo o la comida familiar: “Puedo compartir la charla, un montón de cosas y ponerme en primer lugar yo”.
“Empecemos a practicar eso, a merecernos mejores cosas, mejores vidas” animó.
Reconoció que antes tomaba muchos analgesicos por el dolor y hoy en día es muy raro que lo haga; las personas que la conocen le dicen que no para y antes vivía sentada.
“El día que pude caminar hasta la esquina de mi casa, sentí que salía de una jaula” recordó y reafirmó: “Me merezco vivir en libertad, una vida digna”.
Afirmó que esa es la diferencia, que si bien uno puede bajar de peso, lo difícil es mantenerse: “Si empezamos a tomar conciencia de lo que realmente nos merecemos, eso cambia”.