ENTRETENIMIENTO, CULTURA Y EDUCACIÓNENTREVISTASSALUD/TURNERO DE FARMACIASSOCIEDAD

Vivió años en Río Primero, reside en Santiago Temple y por vez número 13 viaja a mejorar el día a día de las comunidades en El Impenetrable de Chaco


Se trata de Nancy Theiler que año tras año visita el lugar con distintos grupos de personas. El fin no es solo solidario, sino de intercambio cultural. Con su proyecto «Fronteras Invisibles» cuenta que buscan alivianar la vida diaria de la comunidad Aborigen Wichí. En la nota los detalles de las donaciones que reciben para llevar.


Por decimotercera vez, Nancy Theiler junto a su hermano y un grupo de personas viajarán a El Impenetrable de Chaco, con el proyecto “Fronteras Invisibles”.

El objetivo es aliviar el día a día de comunidades aborígenes y criollas que allí viven.

No solo viajan a llevar donaciones de todo tipo, sino también a intercambiar culturas y compartir.

El viaje es desde el 12 al 17 de octubre con familias que, como a pocos, les dan la bienvenida cada vez que llegan.

En una entrevista exclusiva para Difusión Noticias, Nancy contó cómo surgió esta iniciativa y qué tipo de colaboraciones necesitan para llevar a la comunidad.

¿Cómo surgió “Fronteras Invisibles”?

En el año 2010 empezó el proyecto. 

La idea surgió de alumnos de 7 años de la escuela Myriam Hayquel de Andres, de Río Primero.

“Haberlos escuchado y que nos hayan permitido hacer un viaje y un proyecto anual de lengua fue maravilloso. Sobre todo para los alumnos de acá. Conocer de tan chiquitos otra cultura fue muy rico”, contó.

Y recordó: “Nosotros traíamos fotografías, vivencias, artesanías de un lugar donde ellos también habían mandado sus producciones anuales”.

A partir del año siguiente, 2011, empezó a viajar con alumnos del colegio secundario de Santiago Temple.

En ese entonces, ella era profesora de educación física en ambas instituciones mencionadas. Ahora ya se encuentra jubilada.

“Empezamos a ir todos los años y fue interrumpido por la pandemia. Así que hay tres años que no pudimos viajar”, explicó.

Ante la pregunta de a raíz de qué los alumnos tuvieron la iniciativa, respondió que fue al realizar una actividad por el año del Bicentenario, donde hicieron una línea de tiempo histórica.

“En segundo grado estaban llegando a 1492, que llegó Colón a descubrir América, entonces ellos en su curiosidad dijeron, ¿y antes quién vivía acá, no había nadie?” y continuó:

“Entonces la señorita Alejandra Possi, que estaba en ese tiempo en la escuela de maestra especial estaba con ellos en ese momento y les trajo un video de una comunidad Toba. Los niños vieron que estas personas eran niños, que la gente era descendiente, pero también vieron la pobreza y plantearon qué podemos hacer por ellos”.

“Así que ese fue un disparador nacido del corazón de los niños” sentenció.

Contó que además de la ayuda, estas campañas son también un intercambio cultural.

“Nos llegamos a las escuelas, hacemos vínculos entre grados de acá, los maestros de acá se conectan con los de allá y hacen intercambio de información”, dijo.

Afirmó que “uno como docente siempre está pensando en sembrar” y agregó:

“Yo creo que todos nos podemos conmover o podemos aportar, pero sembrar para que crezca una semillita en valores y servicios en los niños, me parece que es una oportunidad que como docentes no podemos dejar pasar, más allá que no estemos todavía ya en el sistema”.

El viaje, como se mencionó, está planeado para partir el 12 de octubre, Día de la Diversidad Cultural.

“En estos niños no queda solo un papel escrito, Día de la Diversidad Cultural, sino que ellos ya vivenciaron un contacto en su propio país con otra cultura” mencionó y continuó:

“Los chicos de acá ven que hay otra cultura, otro idioma en el mismo país”.

Las personas que viajan siempre son diferentes, salvo algunos colaboradores permanentes, Nancy y su hermano, pero todos comparten el mismo objetivo cada año.

En esta ocasión, son 14 los miembros del grupo, de distintas localidades. Desde Arroyito, pasando por Río Primero, Sagrada Familia, Villa del Rosario, Santiago Temple, Villa Santa Rosa, entre otras.

También de otras partes de Argentina como Tierra del Fuego y Buenos Aires; e incluso hay colaboradores de diferentes países, como Italia, España y Australia.

Donaciones: ¿Qué necesitan?

Reciben desde calzado hasta alimentos no perecederos. 

“Nosotros vamos con chasis y acoplado, lleno. Y somos muy puntuales en las donaciones”, dijo Nancy.

Aclaró que no llevan prendas de ropa, debido a la logística que implica trasladar y el trabajo de seleccionarla y separarla por talla y edad.

Mencionó que en Río Primero se pueden entregar donaciones en la FM Azul, a Nelly Manaro quien es parte del grupo, o en la casa de Nancy en la calle 12 de Octubre 145.

También pueden comunicarse con ella, quien está 24/7 con el proyecto, al número: 351 3076857

Reciben:

  • Alimentos no perecederos y huevos: Los alimentos van en bolsones a las familias Wichí y también a la escuela. 
  • Colchones, frazadas, sábanas, almohadas, cunas
  • Cochecitos, andadores, patapata
  • Zapatillas: Con aclaración del número de calzado
  • Ropa de bebé solo hasta los 3 años de edad: 
  • Muebles
  • Utensilios de Cocina
  • Semillas para huertas
  • Herramientas de trabajo
  • Elementos de limpieza: Fuentones, escobas, palos de piso, detergente, jabón, lejía.
  • Utiles escolares
  • Juguetes
  • Silo bolsas
  • Moldes para ladrillos
  • Bicicletas
  • Alimento para perro

Los elementos que se donen piden que estén limpios y en buen estado, ya que no tienen tiempo de revisar todo.

En detalle, los alimentos que llevan ayudan a alivianar y enriquecer la dieta de las familias.

La mujer contó que la AGD donó 200 litros de aceite: “Entonces preferentemente quedan para las escuelas. Quedan en la escuela base y después el director reparte a las otras que son bastante más chiquitas”.

Del mismo modo, llevan dulce de leche para todo el año: “Dentro del desayuno que les sirven está solo el mate cocido. Entonces de esa manera pueden comprarles pan con dulce de leche”.

«También llevamos alimentos para perros, dentro del grupo va un médico veterinario que asiste a los animales de consumo y de compañía», contó.

Sobre los colchones y ropa de cama, dijo: “El colchón es muy importante”.

“Hay niños que sí tienen un colchón, porque las cosas que no son comunes como el alimento que le damos a todos, lo sorteamos. Entonces quizás hay una familia que no tenía ningún colchón, sacaron uno y duermen muchos niños ahí”, agregó.

En cuanto al calzado, pidió que sean colocados en una bolsa con el número de talla: “Si no hay que estar midiendo. Son muchos días de ordenar las zapatillas por número, si de mujer o de varón”.

“Hay algunas que son para ambos. Y ya los tenemos divididos por número y cargados por lugares a donde los vamos a dejar. Entonces eso nos facilita un montón «, detalló.

Del mismo modo, la ropa (solo de bebé hasta los 3 años), que esté etiquetada de 0 a 6 meses, de 1 a 2 años y de 2 a 3 años.

Sobre los muebles, explicó que reciben cualquiera que sirva para una casa, escuela y que esté en buenas condiciones.

Los utensilios de cocina, dependiendo el tamaño van para la comunidad o las escuelas. Si son ollas o sartenes pequeñas son dadas a las familias, sino son enviadas a los centros educativos.

También reciben juegos de vasos, platos, cubiertos.

Las semillas son importantes también debido a que desde hace tiempo están aprendiendo a qué es autosustentarse, ya que una ONG les enseñó a hacer huertas.

“Es bastante complejo por los animales de monte que vienen a comer” ahondó Nancy y siguió: “Tienen que rodear todo con espinas para que no se metan”.

Ayuda a la tarea de cultivo que en Nueva Población desde hace dos años tienen agua potable, con tanques comunitarios.

“Ellos están ampliando su dieta. Generalmente el wichí caza o pesca. De frutas y verduras no era tan rica su dieta”, explicó.

Contó que ahora están experimentando y tienen unas huertas hermosas y árboles frutales.

Cabe destacar que las comunidades anexas a Nueva Población no tienen actualmente agua potable y consumen de lagunas. Las escuelas por su parte tienen una cisterna que les llevan agua de la municipalidad de Nueva Pompeya.

Sobre lo que ellos dicen qué necesitan, Nancy contó que le responden “herramientas de trabajo”.

“No te piden otra cosa” agregó y sostuvo que dentro de ese tipo de donaciones reciben: palas, serruchos, gubias, carretillas y todo tipo de elemento de trabajo.

“Ellos viven del monte y en el monte. Buscan leña, trasladan el agua en bidones porque no viven cerca de donde están los tanques de agua comunitarios, las carretillas les facilita esto”, dijo.

Por otro lado, han recibido donaciones monetarias como la de un compañero del profesorado de educación física, Pablo Capelli, quien actualmente vive en Italia y donó 400 dólares, con la que adquirirán los materiales de construcción.

“Hay gente que es muy colaboradora todos los años, nos colabora y lleva”, dijo.

También hacen padrinazgo.

Nancy explicó que gente de Sagrada Familia apadrina una escuela entera: “Es una escuela de un aula para ocho, nueve niñitos y esa comunidad”.

Detalló que el padrinazgo consiste en regalarle a los niños una caja con regalos: 

“Yo tengo todos los datos de los niños escolarizados, hasta el número de calzado. Entonces, la persona que quiere mandar un regalo a esos niños, en la caja va calzado nuevo, juguete nuevo acorde a la edad”.

En el regalo puede ir ropa, elementos de higiene, juguetes, calzado y todo lo que se le daría a un niño.

Han llegado personas de diferentes partes del mundo a donar y apadrinar, que no saben de donde se enteraron, pero considera que es muy hermoso.

“Creo que eso toca los corazones y eso los hace visibles. Eso queremos lograr, que la gente sepa que hay gente que con un pequeño aporte suyo se siente tocada en el corazón”, afirmó.

¿En que transportan las cosas?

Nancy confesó que todavía no tienen un camión para el transporte, por lo que necesitan a un camionero con el vehículo y el acoplado.

Lo que sí tienen es la donación del combustible.

“El camionero tiene que disponer de varios días, de sábado que se carga acá en Temple, hasta más o menos el jueves, y a estar con nosotros y disponer del camión”, explicó.

Contó que son pocos los kilómetros para repartir, por lo que para eso no es necesario el camión pero si para trasladar las cosas de Córdoba a Chaco.

¿A dónde paran y qué hacen?

“Nosotros vamos a una comunidad aborigen Wichi, en principio, y ese es el objetivo: Alivianar el día a día”, dijo.

Llevan diferentes elementos donados como colchones, calzado, herramientas y alimentos.

“Entonces, como que es un regalo, vamos con un regalo. Hacemos bolsones de alimentos para cada una de las familias, que no le duran un año, le duran un tiempito. Se fue ampliando a medida que íbamos conociendo gente”, detalló. 

La comunidad está en el paraje Nueva Población, donde viven alrededor de 70 familias Wichis, seis familias criollas y tienen una escuela.

Además, visitan tres anexos de dicho centro educativo.

“Hay una característica que acá no se da, que si hay un grupo de casitas que está alejado de cualquier escuela, nombran una maestra y el único capital son los alumnos y la maestra”, contó Nancy y siguió:

“Llegan, no hay escuela, no hay pizarrón, no hay bancos, no hay tiza. Los niños de ese paraje quizás no han sido escolarizados. Entonces, nuestra tarea también es tratar de equipar”.

Dicha tarea no es solo en la escuela y sus anexos, también es en las cocinas y lugares de trabajo y producción de la comunidad.

“Este año vamos a mejorar dos cocinas, poniéndole piso, cerámico, llevando utensilios de cocina. Entonces es amplio lo que podemos llegar a recibir” dijo refiriéndose a las donaciones.

Anunció que este año se agregaron al grupo dos albañiles y recibieron donaciones monetarias para comprar material.

¿Cómo se organizan antes de partir?

“Nos distribuimos, estamos a las corridas, no somos tantas personas porque tenemos que cargar, organizar un camión e ir a distintos lados” afirmó la ex profesora.

¿Cómo han sido las experiencias?

Algunos viajes se hacían con alumnos del colegio secundario de Santiago Temple y uno de los aprendizajes más grandes fue el valorar lo que se posee.

“No teníamos luz, no teníamos agua, parábamos en la escuela, dormíamos en los colchones donados, se tenían que hacer su comida. Se va el sol y no se ve nada”, contó Nancy sobre cómo vivían los alumnos los días que estaban allí.

“Eso también es una experiencia riquísima”, agregó.

Recordó que hacían caminatas nocturnas a la laguna con linternas que ellos llevaban.

“Hay caminitos entre el monte que te llevaban ahí. La laguna no es hermosa, no es limpísima. Toman agua ahí, los perros, los chanchos, los burros y ellos buscaban ahí el agua para beber. Está llena de plantitas acuáticas. Y después, a la noche, había sapos, ranitas, que nunca vi tanta variedad”, rememoró.

Afirmó que ellos no bebían de la laguna y llevaban agua potable: “Ellos están acostumbrados, me parece, su organismo a los parásitos que puede haber en la laguna”.

Y para lavarse y bañarse era con medio balde de agua y un vasito: “Te pones dos veces champú y crema de enjuague y queda limpísimo. No hace falta tanta ducha”.

“Es uno de los aprendizajes de los chicos”, sostuvo.

Por otro lado, habló sobre la salud en el lugar. Si bien tienen un Centro de Salud, no hay médicos, ni medicamentos pero periódicamente van profesionales a vacunarlos.

“Ahí en Nueva Población no hay desnutrición infantil. Los parajes que nosotros fuimos no hay” dijo ante la pregunta de cómo los ven cuando van.

A ello agregó: “Pero hay mucha desnutrición. Las familias que están demasiado alejadas, que los nenes no están escolarizados, hay mucha desnutrición”.

¿Cómo los reciben cuando llegan?

Existe el pensamiento de que en El Impenetrable no les gusta recibir ayuda, debido a rumores y situaciones que sucedieron en el país.

Sin embargo, Nancy afirma que no es así.

“En el 2010 cuando fuimos con las producciones de los nenes de la primaria, vimos la riqueza cultural, la riqueza del monte, la manera de vivir, cómo transmitirla a nuestros alumnos”, recordó.

Continuó diciendo: “La recepción fue buena, son muy educados, y eso es algo que es como para ver, es algo muy interesante. A pesar de todo, muy bien, muy bien. No tienen agua, no tienen luz, andaban descalzos, muy educadísimos. Los niños es admirable la educación que tienen, la importancia del adulto mayor”.

Narró que ese año los recibió el papá de la familia, la esposa y los niños de atrás miraban, agradecían y nada más.

“Al último hicimos una obrita de teatro y sacamos una colchita hecha por los chicos del quinto grado de la Miriam Eikel, con telar” dijo y les explicaron que cada cuadrado de la colcha había sido hecho por alumnos de la escuela Myriam Hayquel de Andres.

En ese momento, una de las mujeres artesanas, Pini quien habla español, se acercó y preguntó interesada cómo la habían hecho.

“Entonces se hizo una reunión espontánea de mujeres, vinieron y nos dijeron, pero cinco minutos antes de volvernos, ustedes son bienvenidos el año que viene”, contó.

Agregó: “Es una comunidad abierta a nuestra visita”.

“Les gustó que nosotros viéramos su cultura para llevar a nuestros niños y no solo la pobreza”, rememoró.

Explicó que hay un líder en la comunidad, un anciano al que todo se le consulta, llamado Timoteo.

“Los primeros años nos miraba con mucha desconfianza de reojo, nos vigilaba, y ahora bien, el Timoteo nos recibe y Timoteo nos despide”, dijo.

Nancy afirmó: “Esa puerta la abrieron niños chiquitos, niños de quinto grado que con amor hicieron esa colchita, y los alumnos de Santiago Temple que fueron a servir. Servir con amor, no era les damos y nada más”.

En esa visita hicieron actividades con los niños, bailaron folklore. En otras ocasiones le enseñaron a tocar la guitarra, hicieron juegos, actividades.

“Ellos vieron que íbamos con otro objetivo que era también compartir con ellos”, expresó.

Otros momentos compartidos son los budines de la tía de Nancy, Mercedes Balocino, que entre sus donaciones manda su producción. 

“Generalmente no vienen los niños solos, sino que vienen las madres también a acompañarlos, se quedan ahí, y yo reparto budines con dulce de leche” dijo y que se forma un momento lindo y de agradecimiento.

Para finalizar dijo: “No es solo solidario, sino que queremos que toda la injusticia, la invisibilidad que tienen en este proyecto que ahora es zonal, porque no es solo de una escuela ni de un grupito, participe la gente, le estamos dando la oportunidad de bendecir”.

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