Alberto Fernández ya es el nuevo presidente de Argentina
Recibió el mando del presidente saliente Mauricio Macri, antes de dar un discurso de una hora, en donde explicó el nuevo rumbo económico y social del país.
En una ceremonia histórica, Alberto Fernández juró como Presidente de la Nación y recibió los atributos de mando de manos de su antecesor, Mauricio Macri.
Fue ante la Asamblea Legislativa, donde también prestó juramento Cristina Fernández de Kirchner como Vicepresidenta de la Nación, que el mandatario pronunció su primer discurso al frente del país.
Sesenta minutos exactos donde el Presidente reiteró varias de sus promesas a lo largo de la campaña y transición, referenció en dos oportunidades a Raúl Alfonsín y afirmando claro que “la Nación está endeudada”, volvió a poner en eje las prioridades que su administración transitará en el corto plazo.
El diagnóstico y la enumeración de las variables que lo integran fue precisado por el Presidente, entendiendo que “en esa emergencia social es tiempo de comenzar por los últimos para después poder llegar a todos”.
Bajo la bandera de “solidaridad en las palabras y expresividad en los hechos”, en el día de mañana va a tener lugar la primera reunión de su Gabinete donde la prioridad será el trabajo en un plan integral argentino contra el hambre.
En esto, y a tono con Roberto Lavagna, se anunció la creación de un Consejo económico y social con rango ministerial y autoridades electas desde el Legislativo.
Desde este punto de partida el shock de anuncios seguramente transite además hacia los jubilados, Pymes y los sectores más vulnerables.
Es con este eje que además anunció que desde su espacio no le darán tratamiento legislativo al Presupuesto para el año 2020 por “no reflejar la realidad de la economía”
Con la intención de sostener una construcción cooperativa con el FMI, el Presidente marcó que “un Presupuesto adecuado solo puede ser diseñado cuando la reestructuración de la deuda haya sido negociada”. Y ese será también un eje y una política.
En esta primera semana por caso el nuevo Gobierno deberá decidir que hacer con un nuevo vencimiento de deuda. Entonces, los actores, los mismos, las prioridades, restarán por verse.