«Con solo ver pasar a mi musa inspiradora, me fluye poesía»


Gustavo Pesce, un joven rioprimerense, acaba de editar su primer libro llamado «50 poesías para enamorarla». Nos cuenta el proceso y su emoción por cumplir este sueño.


Soy técnico electricista, bobinador de motores en realidad, también toco instrumentos musicales, ahora escritor también, y por falta de tiempo no hago más cosas», se presenta Gustavo Pesce a Difusión Noticias.

Con la sonrisa a flor de piel, producto de su alegría reciente, expresa la emoción de haber editado su primer libro: «Estoy muy contento. Cumplí un sueño. Nunca me había imaginado que yo podía escribir un libro, y lo hice…¡estoy feliz», confiesa el joven rioprimerense.

«Yo nunca escribía, no soy escritor profesional, no tengo estudios al respecto, pero sí estoy capacitándome en la escritura y adquiriendo experiencia con mucha gente sabia, que me ha ayudado mucho», relata.

-¿Cómo entraste al mundo de la literatura?

Yo empecé a escribir pequeñas metáforas, de las cuales tres están en mi libro. Luego comencé a ir a encuentros literarios, para ver que escribían otras personas, y saber si lo que yo escribía era mas o menos coherente. Me gustó ese mundo, en donde encontré gente muy cálida muy importante. De a poco me animé a participar en concursos literarios y obtuve buenas respuestas, gané premios y así descubrí que la escritura me apasionaba.

-¿De chico eras de escribir o leer muchas poesías?

La verdad es que no he sido un gran lector lector. De chico recuerdo haber inventado un cuento en cuarto grado y la maestra me felicitó por mi imaginación. De todas maneras no recuerdo haberme destacado en Lengua. Fui mas bien un «burro» en la materia (ríe); es mas, en la secundaria tuve una profesora de Castellano que era muy aplicada, no nos tomaba pruebas en el año, pero si nos evaluaba como en una especie de tesis final, presentándole la carpeta que tenía que estar muy perfecta. Aprobar esa materia era como ganarse un Oscar (ríe otra vez). Siempre aprobé raspando y seguro que esa docente se sorprendería mucho de saber que escribí un libro.

«A mi musa, ya no tengo nada que decirle, en el libro ya le dije todo», confesó Gustavo.

«Yo le escribo a mi musa inspiradora, aunque ella no sabe que escribí ese libro por ella», responde Gustavo, como adivinando la pregunta que se venía. «Ese fue mi punto de partida. Yo no se si hay lógica en que una persona con sola verla te inspire a inscribir, yo por suerte pude canalizar ese sentimiento así, escribiéndole poesías, que terminaron agrupándose en un libro», reconoce. «Con solo verla pasar me fluye poesía», remata.

-¿Esta persona sabe que es quién inspira tus poesías?

Ella no lo sabe, pero creo que es mi obligación decírselo alguna vez. No me lo puedo guardar. Se que ella sabe que edite un libro y si quisiera comprarlo yo debería regalárselo y confesarle porque lo hago.

-¿Te da miedo hacer esa confesión?

Por un lado me da miedo que se pierda esa magia que me inspira, pero por el otro pienso que quizás hace que todo esto se potencie. De todas maneras, cuando se lo cuente va a ser con todo el respeto del mundo, no es mi intención molestarla, ni que se lo tome a mal.

-Contame, ¿de que se trata tu libro?

Como el título lo dice, son «Poesías para enamorarla». Una selección de 50 escritos inspirados por mi musa. Me gustaría que más allá de que yo se lo escribí a una determinada mujer, que alguna de mis poesías sirva para unir a alguna pareja. Me emocionaría mucho que sucediera eso.

Tras semejante confesión, Gustavo vuelve a hablar sobre sus inicios en la escritura, sobre los premios que ganó en México «en la revista literaria Elixir» , y de su reciente participación en otro certamen internacional. «Yo gané un premio por un cuento de terror, que no es mi especialidad, y otro por poesía. Ahora estoy participando en el mismo concurso con tema libre», cuenta. «Se que se va a imprimir un libro con esos escritos seleccionados y se va a difundir mundialmente», adelanta. Y agrega que también está escribiendo una novela actualmente, siempre con la misma «musa inspiradora».

-¿Cómo fue el trabajo de editar un libro?

Fue un trabajo de tres años en donde recopilé 50 poesías de mi autoría. Las hice corregir y después me ocupé del diseño de la tapa y contratapa. Busqué una editorial recomendada por un amigo, legalizamos el libro con código de barras, me pasaron un pdf con el resultado final, me gustó y se empezó a imprimir. Es mucho tiempo y esfuerzo, pero vale la pena. Y debo agradecerles a aquellas personas que me ayudaron incondicionalmente, como Luciana Delgado que me ayudo en el diseño, Araceli Belbruno que me escribió la presentación y Mauro Yanez que hizo el dibujo de tapa, todos ellos hicieron un trabajo totalmente desinteresado. También mi agradecimiento va para Elías Brandán y Martín Valdéz, que me corrigieron y aconsejaron, y para el grupo literario Saint Germain, que me felicitaron y apoyaron siempre. Por supuesto agradecido también a mi familia, que siempre está, y a mi inspiración, sin musa no hay poeta dicen.

-¿Que sentiste cuando tuviste a tu libro por primera vez entre tus manos?

Desde la editorial primero me pasaron un video, mostrándome el libro terminado y ya ahí fue una emoción. Después me fue agarrando la ansiedad cuando tuve que ir a retirarlo. La sensación de la espera fue como si estuviera por nacer un hijo, y aunque no soy papá, creo que algo parecido se debe sentir.

«Mi mamá ahora cree que soy Borges», dijo entre risas el joven escritor rioprimerense.

«Poesías para enamorarla» se terminó de imprimir hace unos días atrás y se va a distribuir en algunas librerías de Córdoba. Hay posibilidades de que se difunda en Alemania, España y Costa Rica. También va a estar disponible para la venta en formato PDF, y se va a enviar a grupos de facebook de toda Latinoamérica en donde ya le han solicitado su obra, según cuenta el flamante escritor.

Mientras; Gustavo ya está trabajando en un segundo libro y proyecta un tercero: «Es muy loco esto de haber podido plasmar mis emociones en un libro. Es un orgullo para mí, más sabiendo que no vengo de cuna de escritores».

«Yo pienso que cualquiera puede escribir un libro. Hay que ponérselo como meta nada más. Porque no sólo se escribe sobre poesía, se puede contar una biografía, un cuento, y sobre muchas cosas, y de diferentes maneras», reflexiona el también músico de Río Primero.

-Dijiste que no sos de cuna de escritores, ¿como recibió tu familia la noticia de que te convertiste en escritor?

En mi familia están contentos, sobre todo mi mamá que ahora piensa que soy como Borges (vuelve a reir). La verdad es que si bien me reconocían que tenia facilidad para escribir, ni ellos ni yo creíamos que se podía dar lo del libro. Hoy toda mi familia lo quiere y mi mamá está muy orgullosa, sobre todo porque sabe que disfruto mucho de esto.

-¿Que tenés para decirles a aquellos que también sueñan con editar un libro?

Les digo primero que se acerquen a la literatura, es un mundo fascinante y sano, que dejen aunque sea un poquito de lado las redes sociales y lean algún libro. Y después les digo, que se lo propongan, y que se lleguen a los grupos literarios. Hay gente del pueblo que no sabía que yo escribía y se sorprenden de saber que pude escribir un libro. No estamos acostumbrados a que en los pueblos chicos haya escritores, y eso que acá en Río primero hay varios que escriben muy bien. Si yo pude hacerlo, otros podrán también.

-Alguna reflexión final…

A las personas que me acompañaron ya se los agradecí personalmente y los mencioné en el libro, es lo mínimo que podía hacer ante tanta generosidad. Y a mi musa, ya no tengo nada que decirle, en el libro ya le dije todo.

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