«Es una experiencia muy linda poder colaborar aunque sea un poquito con estos trabajadores»
Nancy, junto a su hijo Lucas, les regalan sandwiches y agua mineral a los camioneros que pasan por Santiago Temple durante la cuarentena. Te contamos la historia.
Nancy Barrientos es una pequeña comerciante de Santiago Temple, pero de gran corazón. El miércoles pasado, mientras cenaba con su hijo Lucas, y comentaban sobre la difícil situación a nivel mundial, desatada por la pandemia de coronavirus, se le ocurrió de esas ideas que sólo surgen de almas generosas: colaborar con los camioneros que la estaban pasando mal en las rutas, debido a la cuarentena.
«Mi hijo es camionero, y hablamos de la difícil situación de sus colegas, que con la cuarentena no tienen donde parar a comer, ni a bañarse. Entonces le propuse a Lucas -su hijo- preparar unos sandwiches para llevarles a los choferes que pasan por la ruta, y a él le gustó la idea«, cuenta Nancy sobre cómo surgió esta iniciativa.
Madre e hijo solicitaron el permiso correspondiente a la Policía, que no tuvo reparos en autorizarlos: «Todo fue diciendo y haciendo».
Nancy tiene una pequeña despensa desde hace algunos años y durante la mañana del jueves se puso a armar sandwiches de jamón y queso, junto a su hijo, para entregarles a los transportistas, con un agua mineral.
Y pasado el mediodía partió la comerciante junto a su compañero de aventura, a pararse al costado de la ruta, con una conservadora donde guardaban las 30 raciones que habían preparado.
«Es una experiencia muy linda poder colaborar aunque sea un poquito con estos trabajadores», expresa la generosa señora. «Estábamos parados en la ruta, en los semáforos,y teníamos que esperar bastante los camiones, porque no pasaba nadie», describe.
«Los camioneros estaban muy contentos, nos agradecían mucho. También hubo otros que creían que estábamos vendiendo, entonces pasaban de largo y aunque les hacíamos señas, no paraban», relata sonriente.
«Nos tocó entregarle su sandwich a un camionero de Tucuman, y nos contó que hacía muchos kilómetros que no conseguía nada abierto. Nos agradeció muchísimo».
Respecto a la repercusión que tuvo su gesto solidario en redes sociales, Nancy aclaró: «Mi idea era ir a darle los sandwiches y que nadie se enterara. Pero vinieron del canal local y nos hicieron una nota, y con esto de las redes sociales, se enteró un montón de gente».
«Cuando terminamos la entrega del primer día, volvimos a casa y vimos que teníamos muchos mensajes de agradecimiento. Fue emocionante para mi y para mi hijo, porque lo hacemos de corazón, no pensé que se iba a viralizar así», relata sorprendida Nancy.
Tamaña acción por supuesto no iba a pasar desapercibida, y fue así que gracias a la viralización muchas personas quisieron colaborar con la causa. Les donaron el pan, también pan casero, entre otras cosas.
«Mientras lo podamos hacer con mi hijo, lo vamos a hacer. Él está muy entusiasmado y yo estoy muy orgullosa de que me haya acompañado. Vamos a seguir entregando los sandwiches, si Dios quiere», redobla la apuesta.
Y con la simpleza de alguien que siente que sólo aportó un granito de arena en esta difícil situación que nos toca vivir, Nancy remata la entrevista con una frase que la describe: «Me sorprendí que porque tan poco, la gente haya reaccionado así, con tanto amor. A mi me hubiera gustado darles algo más».
Fue un montón Nancy, fue un montón…