Intentó salvar a su perro en el agua helada de Alaska y murió: Encontraron su cuerpo abrazado a la mascota


Se trata de una enfermera llamada Amanda Richmond. Se sumergió el 23 de diciembre y la hallaron el 31 de marzo. Su familia afirmó que la recordarán como una heroína.


Amanda Richmond, una enfermera de 45 años y madre de cuatro hijos, desapareció el pasado 23 de diciembre, cuando se lanzó sin pensarlo a un río helado en Alaska para intentar rescatar a su perro, Groot.

Cuatro meses más tarde, el 31 de marzo, su cuerpo fue encontrado abrazando a su mascota entre sus brazos.

¿Qué sucedió?

La mujer y su esposo, Brian, salieron a dar un paseo por el comienzo del sendero nevado de North Fork del Río Eagle, para celebrar sus 18 años de matrimonio, según informó Daily Mail.

El caudal estaba completamente helado y su perro cayó al agua mientras intentaba beber por una pequeña grieta en el hielo, que se había quebrado.

En ese momento, Brian saltó detrás de Groot para agarrarlo, pero no tuvo éxito.

Según contó el hombre a los medios, se aferró al borde del hielo, mientras intentaba tomar al animal.

Al no poder encontrarlo, volvió a la orilla y notó que la mujer ya no estaba.

Ella había decidido sumergirse en el agua helada para encontrar a su mascota, nadando bajo el hielo: “Por la expresión de su cara supe que iba a salvar a nuestro perro. Ella es una enfermera de urgencias, capacitada para ayudar y salvar personas. En esta situación, ella iba a salvar a nuestro perro”

Desde dicha fecha de diciembre, las autoridades realizaron una búsqueda y localización de la enfermera y su mascota.

Se coordinaron esfuerzos para encontrar a Amanda, tanto el cuerpo de policía como el equipo de bomberos de Anchorage respondieron al llamado de auxilio; el Departamento de Seguridad Pública se valió de un helicóptero para buscar a la mujer por aire.

La intensa búsqueda, finalizó el 29 de diciembre. 

A finales de marzo, un transeúnte descubrió el cuerpo de Amanda la tarde del 24 de marzo durante una caminata por el sendero North Fork

Notificaron a la policía de Anchorage el hallazgo del cuerpo de una persona fallecida que sostenía entre sus brazos a un perro, que coincidían con el de Amanda y su querido Groot.

Para la familia, el can era otro miembro más y recuerdan a su dueña como una heroína: “A cualquiera que se pregunte por qué saltaríamos para salvar a nuestro perro, solo puedo responder que nuestros instintos se hicieron cargo y entramos sin pensar”.

A principios de aquel mes, la familia y seres queridos de Amanda organizaron una celebración en la que recordaron su vida y obra. 

Durante la conmemoración, uno de sus hijos le dedicó unas palabras y dijo: “Mamá era una persona tan única y especial que Dios no podía esperar más para verla en el cielo, y no lo culpo”.

Fuentes: Infobae / 20 Minutos /

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