La Cooperativa Confecciones Monte Cristo cumple siete años

En 2012 la firma para la que trabajaban, quebró, y como indemnización, los empleados recibieron las máquinas de coser. Conocé la historia de resiliencia de estos trabajadores.


Corría 2011 y la firma «Confecciones Ermes», empezaba a tener problema en el pago de los sueldos a sus empleados. La empresa que hacía los pantalones «Usuario», y que cosía para otras marcas como Montesco y Dromo, entre otras, sufría problema económicos, que se trasladaban a su personal.

Tras algunos pagos irregulares, en Noviembre de ese año, los dueños de a firma pagaron sólo la mitad del sueldo. Ya en Diciembre y en Enero de 2012 faltó no sólo el sueldo, si no el medio aguinaldo y el correspondiente de vacaciones.

Finalmente la fábrica presentó la quiebra, y por medio de sus abogados hicieron una propuesta a sus empleados: les daban las máquinas en forma de indemnización, para evitar llegar a un juicio laboral.

Momento duro les tocaba vivir a las más de 20 familias que tenían su sustento a través de ese empleo. Y una decisión complicada frente a ellos: aceptar las máquinas y emprender una cooperativa, o realizar una demanda y obtener la correspondiente indemnización.

Tras reuniones, la mayoría decidió «aceptar las máquinas, antes de perder todo, o esperar un juicio interminable e incobrable».

Gerardo Peralta fue uno de los empleados afectados por esa crisis y recuerda: «Fueron momentos muy duros, hubo lágrimas. Yo justo había sido papá de mi hija. Era una incertidumbre no saber que hacer, estar sin trabajo». «Le pusimos el pecho a la situación y logramos salir adelante», rememoró.

Casi todos los empleados de Confecciones Hermes siguieron trabajando normalmente después del acuerdo (sólo 4 siguieron el juicio), pero ya sin los dueños al mando de la fábrica. Se empezaba a gestar la cooperativa.

«Lo primero fue ir a hablar con los clientes, para que nos siguieran dando trabajo, hasta que pudiéramos facturarles. Por suerte confiaron en nosotros, porque además sabían que era la misma gente la que seguía cosiendo«, contó Peralta.

Luego de volver a trabajar, fue tiempo de darle forma a la comisión: «Recibímos la ayuda de la Municipalidad de Monte Cristo, a través de Ezequiel Aguirre que nos ayudó mucho. Gracias a él conseguimos la personería jurídica y así pudimos formar la cooperativa en poco tiempo».

Aquella primera comisión fue integrada por Fabiana López, María del Vale Rodríguez, Laura Sosa, Cristina Fassi, Beatriz Medrano y Gerardo Peralta. Nacía así, un 30 de Enero de 2013, la Cooperativa Textil Confecciones Monte Cristo.

Hoy se cumplen 7 años del inicio de ese sueño llevado a cabo por la resiliencia de esos trabajadores, que ante la adversidad supieron reinsertarse en el mercado laboral, cuando la situación apremiaba, y las esperanzas de seguir trabajando eran pocas.

Hoy la cooperativa sigue funcionando, sus empleados cobran un sueldo digno y cada tres años se renueva la comisión.

Desde hace algunos años registraron la marca «Akira» y además siguen cosiendo para otras firmas como Dromo, Uttzia y Silenzio.

La imagen puede contener: 17 personas, personas sonriendo, personas de pie, personas sentadas e interior
Gerardo Peralta (de negro) junto a sus compañeros y compañeras del taller de costura.
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