Prohíben en Portugal que los jefes llamen y envíen mensajes a sus empleados fuera del horario laboral


La nueva ley está pensada para ayudar a mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida del trabajador. También contempla que el empleador pague las facturas de internet y luz.


El Parlamento de Portugal aprobó recientemente una ley que prohíbe a los empleadores y jefes llamar y enviar mensajes de texto a sus empleados fuera de sus horarios de trabajo.

La misma está pensada como una ayuda para que se mantenga un equilibrio entre el trabajo y la vida de los trabajadores, quienes vieron cómo en la virtualidad, sus horarios de trabajo y carga laboral se extendían hasta horas indefinidas del día.

El texto, establece que «el empleador debe respetar la privacidad del trabajador», incluyendo la horas de descanso y el tiempo en familia. Además, se menciona que toda violación continua sería considerado un delito «grave» y podrían ser multados. Además, los empleadores sufrirían sanciones por comunicarse con los trabajadores fuera del horario de oficina.

Sin embargo, las enmiendas a la legislación laboral de Portugal aclaran que no se aplicarán a aquellas empresas que no superen los diez empleados, y que los jefes también tienen prohibido monitorear a sus empleados mientras trabajan en sus hogares. Por otro lado, los diputados portugueses no aceptaron la inclusión del «derecho a desconectarse», el derecho legal a apagar los dispositivos relacionados con el trabajo fuera del horario de oficina.

La medida también estipula que los empleadores deben proporcionar las herramientas necesarias para la realización del trabajo de forma remota. Además, los gastos domiciliarios como internet o luz, en el caso de que se registra un incremento producto del «home office» también deberán ser cubiertos por el empleador; algo que no aplica para servicios como el agua, que pueden cancelar como gastos comerciales.

También, las nuevas reglas beneficiarán los padres de niños menores de ocho años, ya que ahora tienen derecho a trabajar desde casa sin tener que concertar previamente con sus empleadores.

De acuerdo con la nueva ley, los empleados pueden optar por no participar de forma remota, así como también pueden solicitarlo si es compatible con su trabajo.

Además, se incluyeron medidas para abordar la soledad y se espera que las empresas organicen reuniones presenciales al menos cada dos meses.

Portugal fue el primer país europeo en alterar sus reglas de trabajo remoto producto de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, en 2017, Francia autorizó una medida similar, otorgando el derecho a ignorar los correos laborales fuera del horario.

Las reglas temporales hicieron del trabajo remoto una opción obligatoria, con excepciones, y obligaron a los empleadores a proporcionar las herramientas necesarias para que se pueda trabajar desde la casa de uno.

La semana pasada, en la conferencia Web Summit en Lisboa, la ministra de Trabajo y Seguridad Social de Portugal, Ana Mendes Godinho, dijo que con la llegada del home office, problemas como el acceso desigual a los equipos tecnológicos e internet mostraron la necesidad de que el gobierno interviniera.

«La pandemia ha acelerado la necesidad de regular lo que necesita ser regulado«, contó, agregando además que «El teletrabajo puede ser un ‘cambio de juego’ si aprovechamos las ventajas y reducimos las desventajas».

Mendes Godinho también habló de otros beneficios que traería a Portugal la construcción de una cultura de trabajo remoto saludable, en forma de trabajadores remotos extranjeros que buscan un cambio de escenario: «Consideramos que Portugal es uno de los mejores lugares del mundo para que estos nómadas digitales y trabajadores remotos elijan vivir, queremos atraerlos a Portugal».

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