El Cosquín Rock volvió a la Plaza Próspero Molina

Ocho de las bandas que estuvieron presentes en la primera edición del festival más importante del país se dieron cita para celebrar los 20 años en el escenario donde todo empezó.


Lo ideal hubiera sido tomar aquella grilla de 2001 y e intentar replicarla, dos décadas después. Tarea difícil: varios de aquellos grupos pioneros del Cosquín Rock no existen más, y los que sí, se guardan para el plato fuerte del 8 y 9 de febrero. Salvo Las Pelotas, que tiene asistencia perfecta y que este sábado 30 cerró una nueva noche de rock en la plaza Próspero Molina. Pero aunque anclado en bandas “revisitadas”, y sin esquivar cierta nostalgia, el homenaje a los 20 años del festival más federal del país mantuvo la esencia de aquel encuentro inaugural de principio de siglo.

Con buenos créditos locales –un acierto, que suele ser déficit en la edición tradicional-, el Cosquín Rock Homenaje tuvo a varios referentes del género reversionando los conjuntos que integraron algunas vez, sin caer en una mala versión de ellos mismos. Así, cuando el sol aflojaba Palo Pandolfo desgranó clásicos de Don Cornelio y la Zona y Los Visitantes –Ella vendrá y Estaré, entre otros- y el bajista Micky Rodríguez repasó temas de Los Piojos, quizás la última gran banda extinta del rock nuestro.

Ahí hubo una clave: así como varias bandas cayeron en el cliché de gritar Aquí Cosquín, al estilo del recordado Julio Márbiz, no fueron pocas las que destacaron que los viejos temas que sonaban sobre el escenario tenían más vigencia que nunca. “Son canciones que nunca pasan de moda, por la cosas que dicen” explicó sobre el escenario el Mono, de Kapanga, y su secuaz Mikael cerró la idea con un “lamentablemente” que sonó sentido, verdadero.

El desaforado Fernando Ruiz Díaz también se subió al tren de las bandas revisitadasrepasando temas de Catupecu Machu. Un set extenso que levantó al público sobre el final y que abundó en reiterados -¡cuatro ocasiones!- agradecimientos a los primeros organizadores del festival.

Hasta que pasadas las 22.30 llegaron Las Pelotas, los ex Sumo –tras la partida de Sokol, sólo Germán Daffunchio– que del reggae inicial han virado a una mezcla de potencia y rock melanco que muy bien les sienta. Número central del evento, arrancaron su enésima presentación en el festival con Qué podés dar y un tema nuevo –Dando vueltas– de su inminente disco.

Un público satisfecho y variopinto volvió a la Próspero Molina convocado por una grilla mediana, pero que cumplió, y paladeando la edición histórica que se viene, el 8 y 9 de febrero en el Aeródromo de Santa María de Punilla.

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