«Nunca digan no puedo, porque siempre se puede»

Erika Morata, rioprimerense por adopción, disfruta de la danza desde muy pequeña, y en el Día del Bailarín nos contó sobre su pasión por el baile.


Hoy 28 de Febrero se celebra el día del bailarín en Argentina, y en honor a esta fecha especial, dialogamos con Erika Morata, bailarina de Folklore de la localidad de Río Primero.

De 31 años de edad, nacida en la ciudad de Córdoba y radicada en Río Primero hace 13 años, nos cuenta sobre su pasión por el baile.

¿Qué es para vos bailar?

Es pasión, es mi cable a tierra, cada vez que bailo mi alma vuela, me hace olvidar de mis problemas por un rato. Bailar es mi felicidad.

¿Hay algo en particular que te haya impulsado o motivado para hacerlo?

Si, si… desde chica lo hago. Desde los 7 años que mi mamá me llevo a bailar y prácticamente ella me impulsó a hacerlo.

¿Es entonces una manera de tener a tu mamá más cerca de tuyo?

Sí. A ella le gustaba bailar y verme bailar.

¿Por qué específicamente folklore y no otro género?

Porque desde la primera vez que bailé me enamoré de su música y de sus danzas. Creo que ya uno nace con eso ya lo llevo en la sangre.

¿Vos estas tomando clases para algún profesorado en alguna academia verdad?

Si. Yo soy alumna de la Agrupación Folklórica Renacer Suquía. Estoy en tercer año. Me faltan 4 años, todavía seguir estudiando y aprendiendo para el día de mañana ser profesora.

 ¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora?

Cuando bailamos en el pre Cosquín. El primer año fue en el 2017.  El sueño de todo bailarín es pisar el escenario mayor. Fue hermoso, y más acompañada de la hermosa familia que es Renacer. Y en el 2018 volvimos a ir y también fue hermoso sentir la misma adrenalina.

Hablas de «Renacer», con mucho cariño. ¿Con que palabras definirías lo que sentís de compartir tiempo haciendo amas con el resto de personas que conforman la academia?

Somos una familia. La verdad que son hermosas personas a las cuales quiero mucho, desde el más pequeño hasta el más grande. Somos un gran equipo que nos ponemos la camiseta sea para lo que sea. Admiro a cada integrante de esta agrupación.

¿Qué es lo más importante para entrar en una escuela de danza?

Lo más importante es que sientas el baile. Si te gusta bailar lo vas a hacer con mucha pasión y con el corazón.

¿Estar quieta, es también bailar?

Yo estoy quieta pero en mi cabeza estoy bailando (risas). En mi caso nunca puedo estarlo siempre necesito bailar (más risas).

Contame un poco como ejemplificarías de como es lo de bailar en tu cabeza, ¿en algún momento se expresa con el cuerpo?

Repasando coreografía (risas). Trato de no olvidármelas, entonces bailo en mi cabeza. Creo que todo bailarín hace lo mismo. Cuando vos sentís la danza y por más que estés quieta el cuerpo lo expresa ya sea con tu cara con tus manos siempre se expresa de alguna manera.

¿Te sucede de estar en algún lugar  haciendo alguna actividad, y al sonar música, tu cuerpo se deje llevar?

Si!  Me ha pasado. Escucho folcklore y no aguanto las ganas de bailar y bailo sola o con quien sea y si no sabe bailar le voy explicando.

Te brota por las venas entonces

Si. O si no, saco a Martina o a Gonzalo,mis hijos. Ellos también bailan en la agrupación.

¿Te enfrentaste a algún tipo de prejuicio por parte de familiares o amigos cuando decidiste empezar a dedicarte a bailar?

La verdad que no. Trato de no darle importancia a eso.  Yo bailo para mí y para la gente que quiera y le gusta el folklore.

A tus hijos, digamos que les estas dejando un legado en el baile…

  Así es.  Mis hijos también bailan conmigo y espero que lo sigamos haciendo. Es muy gratificante y emocionante verlos en el escenario.

¿Me contás en que eventos tuviste la posibilidad de participar y que sentís cada vez q te toca subir al escenario o salir a la pista?

Participé en el pre Cosquín. En el Festi Río, en un certamen que se llama Uniendo Puentes también en Cosquín y actuaciones por la zona y en Córdoba.

 Y siento mucha adrenalina porque cada vez que subís a un escenario, no sabés con qué estilo de público te vas a encontrar y es como si subieras por primera vez. Son muchas sensaciones que pasen por tu mente el miedo de por ahí equivocarte pero una vez que estás arriba los nervios desaparecen y disfrutas al máximo.

Por último, ¿algún mensaje que quieras dejar al respecto? ¿Una reflexión?

Que a los que les guste bailar sea la danza que sea que se animen, que siga sus sueños, que nunca digan no puedo, porque siempre se puede. La danza es una de las cosas más bellas que el cuerpo puede hacer, tengas la edad que tengas siempre animarse  y no tener vergüenza.

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